En 2014 iniciaron una peregrinación marítima a remos surcando la costa europea con destino a Galicia, una navegación a modo de Camino de Santiago que fueron haciendo cada verano por etapas en un proyecto que lleva por nombre Camino by sea. Pero la aventura de este grupo de amigos y bohemios irlandeses de entre 55 y 65 años tuvo un desenlace trágico. La semana pasada recalaban en las Rías Baixas. Tras pasar tres días en O Grove su objetivo era amarrar en Baiona y visitar Vigo. El viernes salieron de A Guarda hacia Portugal, pero aún cerca de la frontera con Galicia, en Foz do Minho (Caminha), su artesanal bote volcó. El poeta Danny Sheehy, de 61 años, falleció. Sus tres compañeros fueron rescatados con vida y trasladados a un hospital en estado de shock y con signos de hipotermia, pero su estado no era grave y fueron dados de alta.

Numerosos diarios irlandeses se han hecho eco de la muerte de este poeta, algo que causó gran conmoción entre quienes le conocían a él y al proyecto que tenía entre manos. El accidente ocurrió la tarde del viernes cerca de la desembocadura del Miño, ya en Portugal. Fueron agentes de la Policía Marítima de Caminha, informa el Correio da Manha, quienes rescataron al grupo de amigos irlandeses tras volcar su bote. Tres de ellos estaban agarrados a la embarcación, pero Sheehy había entrado en parada cardiorrespiratoria y, pese a los intentos para reanimarlo, finalmente no se le pudo salvar la vida. Junto a este poeta, los impulsores del proyecto por el que salían cada verano a navegar son el cantautor Glenn Hansard, ganador de un Oscar; Liam Holden, artista; así como Brendan Begley, músico.

La embarcación a remos hecha a mano y de madera en la que viajaban se puso en marcha en mayo de 2014 desde el río Liffey (Irlanda) para probar una ruta marítima de hace siglos. Tras varias etapas cada verano, el pasado año la finalizaban en A Coruña y, ya por tierra, fueron hasta Santiago, hasta la Praza do Obradoiro, completando así su proyecto Camino by Sea, una película en versión documental.

Barco tradicional

Pero esta año quisieron volver para seguir navegando por las rías gallegas y adentrarse en Portugal. Su bote, sin embargo, les jugó una mala pasada: se trata de un currach o currachcurragh un tipo de barco tradicional irlandés con un marco de madera sobre el que se estiraban pieles de animales.

Las autoridades lusas investigan ahora las condiciones en las que navegaban. Lo endeble de su embarcación ya les hizo pasar algún mal rato en la costa gallega. En las Rías Baixas, días antes del trágico accidente, dejaron un muy buen recuerdo derrochando ilusión.