Un juzgado de Ourense condenó a Benito P.J. como autor de coacciones leves y le impuso 40 días de trabajos sociales y la prohibición de acercarse a la víctima durante 1 año.

Víctima y encausado tuvieron una relación sentimental durante varios meses. La Fiscalía sostuvo que, tras no aceptar la ruptura, el individuo atosigó a su expareja. El juez ve probado que, tras la ruptura, Benito se presentó en el domicilio de la mujer, a la que también siguió. Llegó a pedir a una amiga de la víctima que le consiguiese ropa interior, para "llevarla a una bruja bajo el pretexto de que estaba poseída".