La Axencia Galega de Emerxencias movilizó, tras el hallazgo del cadáver del menor, al equipo de psicólogos especializado en situaciones de emergencias y catástrofes para dar apoyo a la familia del niño. La víctima y su madre, conserje del colegio San Francisco Javier, vivían en la residencia destinada a los guardeses dentro del propio recinto educativo, ubicado en el barrio de A Cubela de A Coruña.

Tras conocerse la trágica noticia, el Ayuntamiento de A Coruña envió en la mañana de ayer a funcionarios de la Policía Local a custodiar el centro escolar y sus alrededores, adonde agentes del Cuerpo Nacional de Policía acudieron para contactar con la madre del menor asesinado. La comunidad educativa amaneció conmocionada por los hechos. Con la tragedia reciente, los responsables declinaron realizar ningún tipo de declaración.

Mientras, el alcalde de Oza-Cesuras, Pablo González Cacheiro, relató la consternación que vive este municipio, donde el padre del niño tiene familia y de donde es originaria su madre. "Conozco a la familia y estoy aquí con ellos; es una pena todo, la gente está mal", lamentó el regidor.