Un grave altercado ocurrido hace tres años en la vivienda de Tomiño de Olegario Giménez Salazar, "rey de los gitanos" y patriarca de Los Morones, que ya está próximo a juicio. El fiscal pide un año y medio de prisión para un guardia civil que acudió acompañado de un agente forestal a la casa del cabeza de familia para reclamarle una deuda que supuestamente había contraído uno de sus hijos. La conversación derivó en un altercado en el que se vieron también implicados miembros del clan que estaban en el domicilio y en el transcurso del cual el agente llegó presuntamente a apuntar con una pistola al patriarca para intimidarlo. Junto al guardia, la Fiscalía solicita idéntica pena de cárcel para el agente forestal y para un hijo de Olegario, Saúl, por las agresiones que se produjeron durante la riña.

El Ministerio Público acusa al guardia civil, J.A.P.G., de un delito de amenazas por el que solicita que sea condenado a año y medio de cárcel, así como a la prohibición de aproximarse o comunicarse con el "rey de los gitanos" durante tres años. El agente también está acusado de delito contra seguridad vial, ya que poco antes del altercado fue sorprendido conduciendo cuando triplicaba la tasa de alcohol permitida: por este ilícito, afronta 2.400 euros de multa y año y medio sin carné. Curiosamente, este hecho, estar bajo los efectos del alcohol, se le tiene en cuenta como atenuante con respecto a las amenazas supuestamente cometidas sobre Olegario.

El agente forestal que iba con el guardia civil, A.P.G., afronta año y medio de cárcel y 480 euros de multa, en su caso por lesiones. En la riña en la casa, supuestamente golpeó a Flora, esposa de Olegario, y a otro miembro de esa familia menor de edad causándole una severa lesión en el hombro. El fiscal solicita que abone indemnizaciones que suman casi 15.000 euros.

Y finalmente el tercer acusado es Saúl, uno de los hijos del patriarca. Se le atribuye un delito de lesiones por supuestamente golpear en la cabeza al guarda forestal. La petición es de año y medio de cárcel y el pago de 8.700 euros de indemnización. Para otro hijo de Olegario, Juan Pablo, la Fiscalía interesa el sobreseimiento: dice que aunque hirió con un cuchillo al guardia civil, la conducta está amparada "por la legítima defensa" dado que el agente apuntaba con una pistola a su padre.

Ocurrió la tarde del 29 de abril de 2014 en la casa del "rey de los gitanos" en la parroquia de Amorín. Siempre según el fiscal, el guardia civil fue con su acompañante a reclamar a Olegario una deuda -al parecer 5.000 euros- supuestamente contraída por uno de sus hijos. Fue en ese contexto cuando Saúl, hijo de Olegario, presuntamente golpeó al agente forestal, causándole, entre otras lesiones, un traumatismo craneoencefálico. La cosa no quedó ahí. La Fiscalía dice que el guardia civil reaccionó a dicha agresión "con ánimo de intimidar intensamente": sacó su pistola Star, la montó y "apuntó con ella" al patriarca.

A continuación el agente forestal presuntamente golpeó en la cara a la esposa de Olegario, agresión que habría provocado que otro miembro de los Morones, menor, forcejease con el autor, acabando el adolescente con lesiones que le dejaron una artrosis postraumática en el hombro. El guardia civil fue atacado con un cuchillo por un hijo del patriarca, pero el fiscal estima que el joven actuó para defender a su padre.

El guardia civil y el agente fueron detenidos aquel día. En el juzgado quedaron libres con cargos. Familiares y miembros de la sociedad gitana se concentraron allí y en el tumulto el abogado que entonces representaba al guardia resultó herido. Nadie llegó a ser identificado por esos hechos.