Las múltiples escuchas telefónicas intervenidas durante el operativo policial y los vídeos del asalto y posterior operativo policial en una gasolinera de Mos centraron la cuarta jornada del juicio contra Marino Giménez, un guardia civil y otros cinco acusados por el intento fallido del robo de un alijo de cocaína a dos narcos arousanos en 2014. Tras varios días de declaraciones de acusados y testigos, en su mayoría agentes de policía que frustraron el plan de los procesados, será hoy cuando la Fiscalía y las defensas expondrán sus informes sobre las conclusiones definitivas del caso.

El fiscal pide penas que suman más de 60 años de prisión para los acusados, donde el hijo del "rey de los gitanos" afronta la mayor petición de cárcel, 12 años y multa de 170.000 euros por delitos contra la salud pública, integración en grupo criminal y tenencia ilícita de armas. El resto de supuestos miembros de su banda afrontan 9 años y medio y 160.000 euros, entre ellos el guardia civil que supuestamente estaría compinchado con Giménez, aunque él justificó su intervención en Mos a que recibió "un chivatazo" de Marino.

Por su parte, para los arousanos a los que supuestamente iban a sustraer la droga pide 6 años y 160.000 euros para uno y 4 años y medio e igual sanción económica para el otro encausado.