Ni el contenido de los datos y archivos de su teléfono móvil ni las declaraciones de testigos que afirmaron ver a la joven subir a un monovolumen en el puerto ni tampoco la situación geográfica que precisan las antenas de telefonía de Taragoña fueron pruebas de suficiente peso para mantener la investigación judicial abierta. El pasado miércoles el magistrado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Ribeira, Félix Isaac Alonso decretaba el archivo provisional del caso ante la falta de indicios de criminalidad frente a persona alguna. La Guardia Civil cuenta con varios sospechosos sin embargo carecen de pruebas lo suficientemente sólidas como para que pasen a ser investigados. La decisión marcará un antes y después en la investigación. A pesar de que desde la Delegación del Gobierno en Galicia se ha reiterado que "no se escatimarán refuerzos" para buscar a la joven, lo cierto es que la noticia ha sentado como una jarro de agua fría para Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel, los padres de la joven madrileña, que ven como se va en este auto muchas de las esperanzas puestas en dar con el paradero de Diana. Esta medida también vino sujeta al levantamiento del secreto que pesaba sobre las actuaciones desde el mismo momento en que fueron incoadas.

Ayer se cumplieron 8 meses de su desaparición. 244 días sin un vestigio de esta joven que simplemente disfrutaba de un verano en familia y de una noche de fiestas populares con sus amigos en A Pobra do Caramiñal. ¿Dónde está Diana Quer? La pregunta más importante de la investigación sigue, una vez más, sin respuesta.

| Los últimos pasos de Diana. La noche del domingo 21 de agosto la madre de Diana la llevó a un parque donde había quedado con unas amigas apara ir a la verbena del pueblo. A la una de la madrugada, tuvo su última conservación con su progenitora, en la que le afirmó que volvería enseguida a casa. Sobre las 2.30, cuando emprende este camino, escribe a un amigo indicándole que se estaba "acojonando" porque un hombre la estaba siguiendo y gritando "morena ven aquí". Esta fue una de las primeras pistas seguidas por la Guardia Civil, pero se descartó su vinculación del caso. El último movimiento de su móvil está fijado a las 3.30 horas, pero una señal de telefonía la captó a las 4.10 en el puente de Taragoña. Desde el momento se pierde totalmente su pista.

| ¿Marcha voluntaria o secuestro? Si por algo se caracterizó esta investigación es por mantener las dos hipótesis posibles abiertas desde el principio, tanto la huida voluntaria como una marcha forzada. Sin embargo sus padres siempre han mantenido la versión de que su hija fue víctima de un secuestro. "Nuestra hija está retenida", revelaban en su primera y única comparecencia juntos ante la prensa. En el auto emitido por el juez Alonso se revela que "existen indicios de una desaparición no voluntaria" de Diana, "pudiendo haber tenido lugar otros ilícitos graves frente a ella".

| Escenarios. Fueron muchas las llamadas, más de 700 según reconocieron desde la asociación SOS Desaparecidos, de personas anónimas que reconocieron haber visto a Diana Quer en múltiples sitios de España. Sin embargo es la comarca del Barbanza y sus municipios los que centran las investigaciones de la Guardia Civil. El punto más claro es Taragoña. Aquí una antena de telefonía captó la señal de su teléfono la noche de su desaparición moviéndose a un ritmo rápido. Poco después se descubrió que la chica se había movido en un vehículo por la autovía do Barbanza desde A Pobra hasta Taragoña. El 27 de septiembre hallan en el puerto de Rianxo, bajo el puente por el que transitó su terminal en un muy avanzado estado de deterioro. El devenir de las pesquisas llevaron días después a los agentes a Boiro, otro ayuntamiento de la comarca donde estarían asentados varios de los sospechosos en el caso.

| Tres varones sospechosos. A principios de noviembre la investigación parecía girar sobre tres sospechosos a los cuales la Guardia Civil llegó a vigilar e intervenir sus teléfonos durante un mes. Uno de estas tres personas investigadas ya habría estado detenida por tráfico de drogas. Es algo que coincide con el perfil del sospechoso descrito en un informe policial del mes de octubre. Según este, se trataría de un varón de entre 30 y 40 años, con antecedentes por casos de violencia o abusos y vecino de la zona de Rianxo. Los otros investigados residirían en Boiro.

| Únicos 'testigos'. Las declaraciones que se han tomado a personas del entono de la joven o supuestos implicados en su desaparición llegó a superar las 200. Sin embargo la Guardia Civil dio credibilidad al testimonio de varios jóvenes que aseguraron ver llegar a Diana la noche de su desaparición al puerto de Taragoña en un vehículo y subirse a otro de grandes dimensiones en el que la esperaría un hombre de "malas pintas". No ha trascendido si en la actualidad esta pista sigue teniendo valor para los efectivos del Instituto Armado.

| Su familia, en primer plano. El difícil clima familia fue uno de los indicios que llegaron a sustentar una posible marcha voluntaria de la joven, pero eran muchos días sin noticias de ella. El divorcio de ambos progenitores fue complicado, un proceso "terrible" según calificó el padre y habría hecho mella tanto en Diana como en su hermana de 16 años, Valeria; incluso con fugas temporales de ambas niñas. A principios de septiembre de 2016 un juzgado de Ribeira le quitaba la custodia de la menor quien acudió al médico por ataques de ansiedad. La mujer llegó a ser investigada por un presunto delito de maltrato a menores pero la Justicia archivó la causa. Varios mensajes entre Diana y su madre pusieron de manifiesto la mala relación entre padre e hija días antes del viaje a A Pobra, donde veraneaba con López-Pinel y Valeria.

| Datos telefónicos. Los investigadores fiaron a la tecnología la obtención de más pruebas para dar con Diana Quer. El hallazgo de su móvil despertó las esperanzas de poder encontrar un dato que revelase el paradero de la joven. Nada más lejos de la realidad. La innumerable cantidad de datos de tratamiento telefónicos obtenidos bajo autorización judicial todavía no han sido analizados en su totalidad, por lo que habrá que esperar para determinar si pueden arrojar luz a la investigación policial que continúa abierta.

| Alertas en el extranjero. El 3 de diciembre saltaban las alarmas en SOS Desaparecidos, al recibir un mensaje suscrito a la propia Diana indicando que estaba en otro país. El correo se ubicaba en Canadá y EE.UU. Los agentes no tardaron mucho en descartar el correo como prueba, pero el colectivo optó por lanzar alertas de búsqueda en países de Europa del Este por si pudiera ser víctima de una red de trata de blancas.

| Archivo de la causa. La falta de indicios "superiores a las meras sospechas frente a determinadas personas" acordó el cierre provisional de la causa tras ocho meses de investigación. Batidas en el monte de A Curota, intervenciones telefónicas, inspecciones en diferentes recintos industriales o casas abandonadas no hacían más que devolver a los investigadores al punto de inicio. Tanto la madre como el padre de Diana mostraron su pesar ante este auto judicial. "Es una noticia muy triste para mí, , mi familia y mi hija", lamentaba Juan Carlos Quer a la salida de los juzgados de Ribeira tras conocer la decisión del magistrado.