Culpable de asesinato, sin posibilidad de indulto ni suspensión del ingreso en prisión en tanto se tramitan los recursos. Ocho de los nueve miembros del jurado que enjuicia el crimen de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem han considerado al madrileño Miguel Ángel Muñoz Blas responsable de un delito de asesinato, pero han rechazado que el acusado preparase el crimen, cambiando las señales del Camino para hacer que los peregrinos se perdiesen y desembocasen en su finca. Tampoco se ha tenido en cuenta la posibilidad de que el acusado se ensañase con la víctima, como sostenía la acusación particular, al no haberse incluido este punto en el objeto de veredicto. El veredicto se ha escuchado a los dos años justos de la desaparición y asesinato de Denise Pikka.

Las acusaciones han adecuado sus peticiones de condena a la horquilla establecida por el veredicto del jurado y han solicitado el máximo, 25 años de prisión, veinte por asesinato y cinco por robo con violencia. La defensa, por su parte, ha pedido que se aplique la eximente completa de trastorno mental -aunque el jurado entiende que el acusado no padece enfermedad psiquiátrica alguna que le afectase en el momento del crimen- y ha anunciado su intención de presentar todos los recursos a su alcance.

El letrado de la acusación particular, Fernando Rodríguez Santocildes, explicó que ha rebajado en dos años la petición de pena por asesinato porque en las preguntas objeto del veredicto el magistrado no incluía la agravante de ensañamiento. Por su parte, la defensa, Vicente Prieto tildó de "injusto" el veredicto y anunció que recurrirá hasta el Tribunal Supremo, e incluso "al Constitucional", porque Muñoz Blas "no es culpable" y no hay pruebas "en su contra". Prieto señaló que de muchos de los hechos desfavorables para el acusado que el jurado ha considerado probados "no hay ni la más mínima prueba que demuestre su culpabilidad".