Acusado de abusar de sus dos hijas menores durante más de tres años en Redondela, inicialmente se enfrentaba 12 años de prisión. Pero tras un acuerdo de conformidad entre Fiscalía y defensa, la condena se redujo a una pena mínima de 2 años que le permitirá eludir el ingreso en la cárcel. La breve vista se celebró ayer en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo: tras dictar sentencia in voce, el tribunal acordó suspender la ejecución de la pena a condición de que no vuelva a delinquir y de que abone la indemnización de 3.000 euros establecida para las dos víctimas. En el proceso también está acusada la exesposa del acusado y madre de las niñas ya que supuestamente consintió, facilitó y llegó a presenciar los abusos. La mujer, sin embargo, no compareció en el juicio por lo que, tras pedirlo el Ministerio Público, la sala dictó orden de busca, captura e ingreso en prisión con respecto a ella.

A raíz del acuerdo de conformidad, este padre fue condenado como autor de dos delitos de abusos sexuales, uno de ellos continuado. Junto a los dos años de cárcel, se acordó privarle de la patria potestad sobre las menores durante seis años y se le impide acercarse y comunicarse con ambas víctimas por un período superior en 10 años a la pena de prisión impuesta. En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a cada niña con 1.500 euros, con lo que se rebaja los 8.000 euros que se pedían inicialmente para cada una. Al hombre se le aplica la atenuante de confesión ya que, según se hace constar en una sentencia que ya es firme, reconoció la autoría de los abusos antes del juicio y, se añade, colaboró en el esclarecimiento de lo sucedido.

La conformidad evitó la celebración del juicio por unos hechos que, según hacía constar la Fiscalía en su escrito de calificación provisional, ocurrieron en fechas "no determinadas" y durante un período de más de tres años: desde abril de 2008 y hasta diciembre de 2011. A lo largo de ese tiempo el ya condenado, "aprovechándose de la confianza propia de la relación familiar y del afecto que le profesaban sus hijas de corta edad", las sometió a abusos sexuales de forma repetida. Según se concreta en el citado escrito de acusación, el hombre se acostaba en la cama con ellas y les realizaba tocamientos en diversas partes del cuerpo.

Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar en el partido judicial de Redondela, aprovechando primero la convivencia propia del núcleo familiar y posteriormente las visitas que sus hijas hacían a la casa del acusado, y que fueron acordadas en el seno del procedimiento de divorcio del matrimonio en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Redondela. En el mismo escrito de la fiscal se concretaba un episodio de abusos ocurrido durante las vacaciones escolares de las menores en 2011.

Junto al hombre, también se acusa a su exesposa. Y ello ya que los tocamientos realizados por el encausado sobre sus hijas "eran plenamente conocidos y consentidos" por la madre de las menores, "e incluso en ocasiones presenciados por la misma". La mujer, señala la Fiscalía, no sólo permitía sino que también facilitaba los hechos "auséntandose durante largas temporadas del domicilio familiar", dejando así a las víctimas a solas con su progenitor y consintiendo que durmieran con él en la misma cama. Tras descubrirse lo ocurrido, la Xunta declaró el desamparo de las menores en abril de 2012. Y en octubre de ese mismo año, como medida cautelar, el juzgado instructor prohibió a ambos progenitores aproximarse y comunicarse con sus hijas.

La Fiscalía acusó inicialmente a de dos delitos de abusos sexuales continuados "sobre víctimas especialmente vulnerables por razón de su edad y valiéndose de una relación de parentesco". Tras la conformidad, sólo se considera uno de estos dos delitos continuado.