La operación contra el tráfico de estupefacientes desarrollada hace dos semanas por el grupo Udyco de la Policía Nacional de Vigo tanto en Vilagarcía de Arousa como en la ciudad olívica sumó ayer un nuevo detenido, uno de los que está considerado por los investigadores como uno de los presuntos máximos responsables de la organización desmantelada. Se trata de Marcelino B.B., un vecino de la parroquia vilagarciana de Rubiáns cuya vivienda fue objeto de un exhaustivo registro policial el pasado 13 de febrero, operativo en el que cayó su hermano Iván B.B, actualmente en prisión preventiva.

Según su abogada, el vilagarciano acudió voluntariamente a la comisaría de Vigo, al regreso de un viaje, cuando se enteró de que la Policía lo buscaba. Ayer declaró en el Juzgado de Instrucción 5 de Vigo, que se encarga de las diligencias de la operación "Cassius Clay". Tras su comparecencia, la juez decretó prisión provisional comunicada y sin fianza, según confirman fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

La Policía Nacional considera a los hermanos de Rubiáns como los supuestos líderes de una red dedicada al transporte y distribución de cocaína a gran escala. Con la detención de Marcelino B. B., el número de personas implicadas en la "Cassius Clay" asciende a seis, todas ellas en la cárcel. Cuatro cayeron en Vilagarcía y dos en Vigo.

En la capital arousana la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) apresó a un padre y a un hijo -de nombres Ramón y Juan Carlos- que estarían vinculados con el piso de la avenida Juan Carlos I en el que entraron los agentes. Pero sin duda uno de los registros domiciliarios que levantó mayor expectación y que se prolongó durante horas (desde la mañana hasta las dos de la madrugada) se produjo en Rubiáns, en una finca cerca de la iglesia en la que se encuentran dos casas pertenecientes a la misma familia. En una de ellas vive Marcelino B. B. La inspección policial fue tan minuciosa que los agentes incluso llegaron a romper los falsos techos. En esa redada solo fue detenido su hermano Iván.

En esta operación la Policía se incautó de un alijo de 21 kilos de cocaína, seis vehículos de alta gama, tres motocicletas de alta cilindrada, 27.000 euros, dos pistolas de fogueo con munición, ordenadores, máquinas de contar billetes, teléfonos móviles y otros efectos.

La investigación se inició hace meses, cuando los agentes tuvieron conocimiento de un grupo dedicado al tráfico de estupefacientes que estaba elaborando una compleja red de distribución de cocaína en el noroeste peninsular. Tras las indagaciones oportunas, la Policía comprobó que la red se asentaba en Vilagarcía y Vigo. Fue la identificación de un varón que se dedicaba a la venta de cocaína en la ciudad olívica la que facilitó que los investigadores descubriesen parte del entramado. A partir de ahí se desencadenaron los arrestos.