El juez instructor ordenó su puesta en libertad provisional con la imposición de una serie de medidas cautelares, pero la Audiencia Provincial de Pontevedra ha ordenado de nuevo su ingreso en prisión al estimar que continúa existiendo riesgo de reiteración delictiva. Se trata del caso de Jesús G.F., el entrenador de la localidad pontevedresa de Mos detenido hace cuatro meses acusado de abusos sexuales sobre una niña de 14 años -una jugadora del equipo al que entrenaba- con la que mantenía una relación sentimental pese a que la chica no alcanza aún la edad mínima de consentimiento sexual. La causa se encuentra en plena investigación judicial, aunque, según fuentes cercanas al caso, en una fase ya muy avanzada.
Jesús G.F. cuenta en su historial con una condena por abusar en 2010 de una adolescente del equipo de fútbol sala femenino al que entrenaba. También le consta una antigua sentencia por coacciones y amenazas a su expareja, a la que había conocido cuando ésta era adolescente -él ya había superado la mayoría de edad-. En octubre de esta pasado 2016, época en la que se encontraba de nuevo entrenando al equipo de fútbol femenino cadete ADC Montiño, el mismo que ya dirigía cuando fue denunciado por abusos por otra menor en 2010, fue detenido por la Guardia Civil por mantener "una evidente relación sexual aparentemente consentida" con una jugadora.
Con las pruebas aportadas por los agentes y debido a que la adolescente no llega a la edad mínima de consentimiento sexual -una reforma del Código Penal la elevó de 13 a 16 años-, el Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo, que fue el que se hizo cargo de las diligencias, decretaba el 14 de octubre del pasado año su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza por la presunta autoría de un delito de abuso sexual y otro de exhibicionismo.
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Tras decretarse esta medida privativa de libertad, la defensa solicitó su puesta en libertad, lo que fue acordado por el magistrado instructor -no trascendió en qué fecha- con la imposición de una serie de medidas cautelares, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). Sin embargo, este decisión fue recurrida tanto por la Fiscalía como la acusación particular y el caso llegó a la Audiencia Provincial de Pontevedra, que recientemente emitió un auto ordenando el reingreso en prisión provisional del investigado al considerar que persiste el riesgo de reiteración delictiva. Las mismas fuentes oficiales señalaron que, a raíz de esta decisión judicial, Jesús G.F. ha vuelto a ingresar en la cárcel la pasada semana.
Entre las pruebas aportadas por la Guardia Civil en el caso que mantiene de nuevo en la cárcel a este vecino de Mos se encuentran unas imágenes a las que tuvieron acceso los agentes en las que se ve al investigado y a la joven, aparentemente, manteniendo relaciones sexuales en el interior de un vehículo. También fotos y vídeos de naturaleza sexual que se habrían encontrado tanto en el teléfono móvil de él como en el de ella.
El investigado fue en su día conserje del pabellón deportivo Óscar Pereiro de la localidad pontevedresa, si bien a raíz del caso de abusos de 2010 fue apartado de este puesto y el gobierno municipal lo trasladó al servicio de Vías y Obras, donde realizaba tareas de limpieza cuando fue apresado el pasado noviembre. Al margen de la investigación judicial, el Instituto Armado también anunció la apertura de pesquisas para comprobar si se había dado cumplimiento a la normativa que impide a condenados por delitos sexuales trabajar con menores. No trascendió el resultado de estas indagaciones. El investigado había vuelto a entrenar a menores y el Concello alegó entonces que aportó su hoja antecedentes penales y que estaba "limpia".
