Los dos encapuchados que asaltaron la casa rectoral de Pontedeume durante la madrugada del 5 de octubre de 2014 serán juzgados en la Audiencia Provincial de A Coruña. La Fiscalía reclama para uno de ellos, vecino de Arcade (Pontevedra), 5 años de cárcel porque tiene antecedentes penales; y, para el otro, de nacionalidad turca, cuatro años y nueve meses de prisión. En el robo participó una tercera persona que no ha podido ser identificada. El representante del Ministerio público sostiene que los procesados, que llevaban sus rostros cubiertos con pasamontañas y usaban guantes de látex, accedieron a la casa rectoral tras forzar una ventana de la planta baja y la puerta de la escalera que da acceso al piso superior, donde dormía el párroco, de 83 años.

Los imputados, según el relato de la acusación, zarandearon al cura para despertarlo, al tiempo que le enfocaban la cara con una linterna y le exigían dinero. La víctima les indicó donde estaban dos bolsas de las colectas. Una contenía 390 euros y, la otra, 175. Tras sujetarle las manos con una bridas de plástico le pidieron más efectivo, por lo que el párroco les entregó 600 euros de su cartera. Los atracadores, disconformes con el botín, le reclamaron sus tarjetas de crédito y el código. En ese momento le permitieron encender la luz y ponerse las gafas. El cura se equivocó y les dio una combinación de 5 números en lugar de 4, ante lo que le pusieron una pistola eléctrica en el cuello que emitía chispazos. El afectado les rogó que no le disparasen porque llevaba un marcapasos.

Los sospechosos, además de dinero y tarjetas bancarias, se apoderaron de un teléfono móvil, una tableta, un ordenador portátil, una cámara de fotos, una cartera, una botella de coñac y dos de whisky, entre otros efectos. Antes de irse, ataron otra brida en los pies al párroco y lo dejaron tendido en la cama para que no pudiera moverse.