Todavía rehusa hablar de lo sucedido. Y es que los hechos están muy recientes. Hermosinda López, la mujer presuntamente agredida este viernes a manos de su marido en la vivienda que ambos compartían en la parroquia de Soutelo, en el término municipal de Salceda de Caselas, continúa su recuperación en el hospital vigués Álvaro Cunqueiro. La mujer está ingresada en la UCI tras haber sido víctima de un posible caso de violencia de género. Su marido, Pablo Fernández de 60 años intentó estrangularla en la habitación de la casa y fue golpeada contundentemente en la cabeza con un objeto que la dejó medio inconsciente tumbada en la cama bajo un gran charco de sangre, según informaron fuentes cercanas al caso. Tras creerla muerta, el varón se ahorcó en un galpón anexo a la vivienda.

Casi 24 horas después del suceso, Hermosinda comienza a recuperarse de las heridas sufridas, sin embargo en la jornada de ayer sufrió una importante recaída, tanto física como mentalmente. Tras pasar su primera noche en la unidad de cuidados intensivos, se le detectó un coágulo de sangre en la cabeza. "Nos dijeron que su estado empeoró mucho en relación a cómo había llegado al hospital el día anterior. Se le formó un coágulo que le estaba provocando grandes dolores. Los médicos nos comentaron que si no era capaz de disolverlo tendrían que operarla", lamentaba el hermano de la víctima a primera hora de la mañana de ayer.

A medida que fue avanzando la jornada, la salud de 'Sinda', como era conocida entre sus allegados, fue mejorando y también los ánimos de sus familiares. "Sigue aquejada de muchos dolores, que le duele muchísimo pero los médicos nos dijeron que había empezado a supurar sangre y que eso era bueno. Ellos son los que entienden y nos comentaron que la veían un poquito mejor. Ojalá pudiera decir que ya está mejor, va a evolucionar muy lentamente", asentía el familiar de Hermosinda desde el centro hospitalario vigués.

Angustia y susto

Y es que no solo las heridas físicas le producían dolor, sino que su estado de ánimo y la situación vivida el día anterior también se vieron reflejados en la mujer. "Ella está muy angustiada, con un gran susto encima. Ahora empieza a ser consciente de lo que ha pasado y está muy nerviosa. Al principio no quería ver a nadie ni hablar con nadie de la familia. Luego ya fue mejorando algo, está consciente pero ni ella habla de lo sucedido ni nosotros podemos preguntarle por ello. Es una orden médica", reiteraba su hermano.

Por su parte, en la tarde de ayer se le practicaba la autopsia a su marido Pablo Fernández, obrero jubilado de 60 años y con una grave dolencia estomacal y será esta misma tarde a las 17.30 horas cuando será enterrado. La inhumación será en la parroquia de San Xurxo, tal y como él había requerido en una de las dos notas que se encontraron en la vivienda tras el fallecimiento del hombre. Si bien en una decía el lugar en el que deseaba ser enterrado, en la otra reconocía haber matado a su mujer, crimen que no llegó a cometer. Tras el intento de estrangulamiento y agresión, Hermosinda quedó inconsciente. Él la dio por muerta, se dirigió al galpón trasero y se quitó la vida tras atarse las manos con una brida.

La investigación de la causa corre a cargo de la Guardia Civil y del Juzgado de Instrucción 3 de Porriño en funciones de guardia.