La fiscal señaló en su informe final en el juicio que quedó "perfectamente acreditado" que el acusado es culpable de "un claro abuso sexual". Destacó lo duro que resultó para la víctima y sus dos amigos declarar en la vista oral, pero destacó que lo que relataron es "coherente" con lo que contaron desde el principio. Inicialmente pedía 6.000 euros de indemnización para el menor, pero elevó la cantidad a 12.000 euros. "El daño es muy difícil de calcular, ya que la secuela es de por vida", dijo, concluyendo que el menor se vio "avasallado" e "invadido en su intimidad", algo que le afectará "el resto de su vida".

La defensa pide la absolución. Dijo que el menor "mintió" en pequeños detalles, que sus declaraciones son "contradictorias" y, entre otros argumentos, que el informe pericial "no es un certificado de veracidad".

Informe forense

Precisamente, de forma previa a los alegatos finales de acusación y defensa había comparecido la forense, que calificó como "altamente creíble" el testimonio del niño. Contó que a raíz de los hechos tuvo un descenso en el rendimiento escolar, problemas de conducta, así como de concentración y sueño. "Él se sentía mal y engañado", dijo, añadiendo que sufrirá "secuelas". En casos así se prevé que surjan a lo largo de la vida. Sobre los abusos, el joven creía que era "un juego". "A esa edad no tienen conciencia de que invaden su esfera sexual", contó.