Un viaje de negocios del empresario español José Capelo a Londres dio vía libre a los ladrones para que asaltasen su domicilio en pleno centro de Madrid-colindante con el Senado- y se llevasen cinco obras de arte del pintor Francis Bacon en julio de 2015. El valor de las pinturas supera los 30 millones de euros.

Los cuadros pertenecían al propio Capelo, amigo, heredero e incluso, señalado por varias fuentes, amante del artista. Los ladrones se llevaron de la casa multitud de joyas y monedas antiguas valoradas en 400.000 euros. La relación entre Bacon y Capelo salió a la luz gracias a unas conversaciones que el pintor mantuvo con su amigo Barry Joule reconociendo que le había regalado a su joven 'amante' varias obras de arte.

Los óleos se intentaron vender en dos ocasiones en España, aunque ninguna fructificó. Una de ellas tuvo como posible comprador a un perista de El Rastro madrileño que a su vez intentó colocarle las pinturas a otros galeristas incluso a sabiendas de que eran obras de arte robadas.

Fue a raíz de unas fotografías digitales enviadas por el perista a un marchante de arte cuando las autoridades localizaron la cámara desde la que se habían realizado y dieron con los ladrones de las cinco obras de arte.