Un vecino de A Coruña de 46 años y una niña de 15 aseguran que están enamorados. Ambos se niegan a declarar sobre la relación que mantuvieron el año pasado para no perjudicarse. Los mensajes que se intercambiaron entre abril y noviembre, a los que accedió la Policía Nacional, reflejan que mantenían relaciones sexuales.

El vecino de la ciudad fue detenido y está siendo investigado como posible autor de un delito de abuso sexual a menor de 16 años. Fue la madre quien, el pasado 21 de noviembre, descubrió las charlas a través de internet en las que el hombre de 46 años y la joven de 15 dejan claro que son "novios" y que se "aman". Algunos de los mensajes son de explícito contenido sexual. "Estás buena y te doy poco uso. Ahora mismo te comería enterita, pero echo mucho de menos tu cariño, no el sexo. Bueno, van unidos", escribió en una ocasión el arrestado, quien le comentó que contactó con una sexóloga por internet para que le aconsejase sobre algunas prácticas con la menor.

La adolescente, tal y como consta en las conversaciones intervenidas, grabó un vídeo en el que utiliza aparatos sexuales que el acusado le había regalado.

Algunos mensajes reflejan los celos del detenido cuando la quinceañera le cuenta que coincidió en unas convivencias con el chico con el que se había dado su primer beso. "Tú te irás donde quiera que sea, a estudiar o donde sea, y yo quedaré aquí jodido, o peor, en la cárcel", le escribió. El hombre también se muestra preocupado porque los mensajes queden registrados y le exige a la niña que los borre. Incluso le pide que, si dejan la relación, tire el teléfono por un lado; y la tarjeta, por otro.

"Juro que no te abandonaré. Tu amor solo está prohibido temporalmente", le anima la joven, quien insiste en que son "novios" y en que mantuvo sus primeras relaciones sexuales con él. El hombre le regaló un teléfono móvil marca Iphone. "No quiero que mi novia sea menos que nadie. El dinero es papel, y tú, oro", le responde.

La Policía Nacional indica en un informe que el sospechoso pudo haber "aprovechado" la relación de amistad que tenía con la madre para "iniciar un acercamiento, ganándose su confianza, fingiendo empatía o cariño con la finalidad de obtener vídeos y fotografías de la menor de contenido erótico y mantener relaciones sexuales con ella". La juez instructora, que le impuso una orden de alejamiento de la joven, de su domicilio y de su colegio, así como la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio, destaca la "gravedad" de los hechos.