La hermana del hombre acusado de matar a su mujer en el municipio coruñés de Narón que un mes antes del crimen la víctima le confesó que su marido, juzgado por presuntamente degollarla en diciembre de 2015, la había amenazado con "partirle la cara" y "cortarla" tras una discusión por problemas pecuniarios. Una revelación que la dejó "muy asustada", quien dice no ser testigo de malos tratos por parte de su hermano, pero sí reconoce que la víctima estaba "más seria" en los meses previos a su muerte.

En la tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de A Coruña, varios familiares del matrimonio coincidieron en destacar el cambio de actitud de la mujer en los meses previos a los hechos, y es que fue entonces cuando --según declararon diferente testigos-- la víctima les habría manifestado que estaba siendo amenazada por su marido.

En la sala también testificaron más familiares de la víctima y del acusado, entre ellos la hermana de la fallecida y el nieto de ambos. La mujer corroboró los presuntos episodios de amenazas que profería el marido contra su mujer. "No le puedo decir nada que me come", le dijo ésta a su hermana tan solo tres meses antes del crimen, quien a pesar de reconocer que el matrimonio atravesaba por problemas --sobre todo a raíz de la supuesta relación sentimental que el marido mantenía con otro hombre-- no podía pensar que este fuera capaz de cometer el crimen.

Conversación telefónica

Por su parte, el nieto del acusado reconoció durante la última sesión del juicio que en el tanatorio escuchó una conversación telefónica de su abuelo en la que éste le pedía al otro interlocutor -supuestamente el hombre con el que mantenía una relación sentimental- que "cuando fuesen a la policía tenían que decir lo mismo, que no les fuesen a liar".

El acusado, que negó los hechos y alegó que se encontró a su mujer muerta al llegar a casa, se enfrenta a la petición de la Fiscalía de 15 años de prisión como autor de un delito de homicidio. Por su parte, la acusación particular, ejercida por el hijo de la víctima y del acusado, solicita para este una pena de 20 años de prisión, porque lo considera autor de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento. El juicio se lleva a cabo ante un jurado popular que será el encargado, una vez finalice el mismo, de emitir el veredicto condenatorio o absolutorio.