Ángel Rodríguez Castro, un vecino de 78 años natural del municipio coruñés de Rois que solía frecuentar Catoira, donde prácticamente vivía, apareció muerto -se cree que por causas naturales- en el interior de un coche en el que llevada tiempo durmiendo. Se trata de un conocido sintecho cuyo cuerpo se encontraba dentro del turismo de un particular aparcado en las inmediaciones del paseo de Xelmírez, entre la estación de ferrocarril catoirense y el río Ulla.

Precisamente la víctima solía dormir a orillas de ese cauce fluvial, a veces en la otra orilla, la de Isorna (Rianxo). Pero últimamente pasaba las noches en Catoira, donde accedía al interior de dicho turismo, después de haberle roto una ventanilla.

El vehículo es un Renault 19 de color blanco perteneciente a una familia que reside en Santiago y que ya hace unos años lo dejó semiabandonado dentro de su finca. A la espera de lo que determine la investigación, el cadáver no presentaba signos de violencia.