La propia víctima exigió ayer, a través de su abogado, al igual que la Fiscalía, la puesta en libertad "lo antes posible" del hombre que la hostigó. La Audiencia Provincial de A Coruña aprobó la solicitud y decretó su salida de la cárcel, donde permanece, como medida preventiva, desde que fue detenido hace seis meses. El procesado reconoció ayer por la mañana ante el tribunal que llamó 1.800 veces en menos de un año a su excompañera sentimental, que se presentaba en los lugares que frecuentaba, que se coló en su casa sin su consentimiento en dos ocasiones, la agredió y la retuvo en la vivienda varias horas hasta que fue rescatada por la policía.

Una de las veces, el pasado mes de mayo, el sospechoso entró en el piso de la víctima y la atacó por sorpresa cuando salía de la ducha. Ese día, la golpeó, le propinó patadas y la retuvo durante cinco horas, hasta que la amiga con la que había quedado avisó a la Policía Nacional porque no se presentó a la cita. El imputado mantuvo una relación sentimental con la denunciante durante aproximadamente un año. Cuando la joven decidió romper con él, mantuvo respecto a ella "un comportamiento rayano en la obsesión", según admitió ayer el encausado.

La fiscal demandaba en su escrito de calificación que fuese sentenciado a 15 años y dos meses de prisión, pero ayer, justo antes de que comenzase el juicio, cambió de opinión y aceptó pactar con el abogado de la defensa, lo que provocó que la vista no se celebrase y el tribunal dictase sentencia oral en la sala. El letrado de la víctima, que ejercía la acusación particular, también se mostró conforme con el acuerdo. Así, las tres partes decidieron solicitar a los magistrados la puesta en libertad inmediata del sospechoso, que permanecía en prisión provisional, y que lo condenase a un año de cárcel, a 99 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a la prohibición de comunicarse y aproximarse a menos de 200 metros de la víctima durante diez años. Las acusaciones, tanto la pública como la privada, exigieron a los magistrados que le suspendan la pena de un año de cárcel a la que fue sentenciado ayer a condición de que no vuelva a delinquir ni incumpla la orden de alejamiento.

El tribunal aceptó el pacto sobre la condena al que llegaron acusaciones y defensa y dictó sentencia oral. Contra el fallo no cabe recurso porque fue dictado bajo la conformidad de todas las partes implicadas en el proceso. Los jueces, tal y como demandaron las partes, tuvieron en cuenta para rebajar la pena de 15 años y dos meses que la Fiscalía solicitaba en su escrito de calificación la atenuante de reparación del daño, pues consignó 30.000 euros para hacer frente a una posible indemnización, y la eximente muy cualificada de trastorno psíquico porque está diagnosticado de esquizofrenia.

El abogado que ejerce la acusación particular aseguró al finalizar la vista era "un buen acuerdo". Además, insistió en que con la orden de alejamiento su clienta "está segura".