Un área de 250 kilómetros cuadrados y hasta 20.000 llamadas telefónicas escrutadas. Son dos datos que dan una idea de la magnitud de la investigación sobre el paradero de Diana Quer, desaparecida desde la madrugada del pasado 22 de agosto. Cuando ya han transcurrido algo más de tres meses desde que se le perdiera la pista en A Pobra do Caramiñal, los investigadores han realizado multitud de pesquisas y rastreos - en los primeros días incluso con voluntarios - en busca de cualquier dato que pudiera arrojar algo de luz sobre qué ocurrió aquella noche.

Por ahora las incógnitas le ganan la partida a las certezas. La principal continúa siendo con quién se fue la joven madrileña aquella noche. En las últimas semanas los investigadores han logrado identificar un vehículo al que Diana subió aquella noche, pero todavía no se practicado ninguna detención ni registro.

La mayoría de las certidumbres se derivan de la geolocalización de su móvil, que la sitúa en Taragoña entre las 2.42 horas y las 4.15 de la madrugada del 22 de agosto. Según reveló el programa de Antena 3 Espejo Público, los investigadores han analizado hasta 20.000 conexiones telefónicas que se realizaron en esa franja horaria. Un exhaustivo cribado ha reducido a 15 los móviles sospechosos de tener algún vínculo con la desaparición de la joven.

Todavía no ha trascendido si los agentes han logrado extraer información relevante del terminal de Diana, hallado bajo el puente de la Autovía do Barbanza el pasado 27 de octubre. El teléfono, muy dañado por el agua salada y con la batería hinchada, ha sido sometido a un proceso de reconstrucción y activación que culminó en los últimos días. De su análisis, los investigadores esperan obtener las últimas llamadas, mensajes e imágenes de la desaparecida, y lo más relevante: su posicionamiento.

A partir de ahí se podrían lograr pistas que condujesen a dar con Diana Quer, que según los agentes nunca habría abandonado O Barbanza, y por ello escrutan a fondo un radio de 250 kilómetros cuadrados.

Por otra parte, la madre de la joven, Diana López-Pinel, se mantiene firme en su creencia de que la joven se fue contra su voluntad y sospecha que hay testigos "que no dicen toda la verdad" o que "ocultan información". En declaraciones al programa Espejo Público ha vuelto a solicitar la colaboración de todos aquellos que puedan aportar datos sobre el paradero de su hija.