Un accidente. Así califican la Policía Nacional el suceso acaecido la noche del lunes en las inmediaciones de Beiramar, cuando un niño de siete años se precipitó desde una pasarela de once metros- según informaron ayer fuentes policiales- que une el Casco Vello con el centro comercial A Laxe, en Vigo. Los agentes reconocían que policialmente, los hechos son considerados como un "accidente".

Al tratarse de lesiones en un menor, la policía tuvo la obligación de abrir un atestado, sin embargo afirman que al tratarse de una caída accidental no tienen previsión de atribuir responsabilidades a nadie.

Tras una medición y repaso de la zona, los agentes señalaron además que no se trata de un espacio "peligroso", argumentando que diariamente son decenas los jóvenes que acuden hasta el recinto comercial a través de ese puente sin que hubiese ocurrido algo semejante hasta el momento. Reconocen que es posible que técnicos revisen la seguridad de la pasarela, pero reiteran que no existe "peligrosidad" en ella.

Esta estructura que anexiona el barrio vigués con el edificio comercial de la calle Cánovas del Castillo cuenta con unas barandillas de un metro de alto y cerca de cincuenta centímetros de grosor por las que no resulta muy complicado asomarse. Según las últimas informaciones policiales, el pequeño se aupó a uno de estos pasamanos y, tras resbalar, se precipitó a la carretera, por la que circulaban coches en ese momento, cayendo desde una altura cercana a los once metros. Una ambulancia medicalizada del 061 trasladó de urgencias al pequeño al hospital Álvaro Cunqueiro, donde continúa ingresado en la UCI pediátrica.

Estado grave

El menor se encuentra actualmente en coma inducido del que los médicos prevén despertarlo este viernes. Su estado continúa siendo grave. Una vez que el niño salga del coma, se le realizará un estudio pormenorizado para determinar las posibles lesiones y secuelas derivadas del fuerte golpe contra el asfalto y si es necesario su intervención quirúrgica.

Fuentes policiales resaltaron que lo fundamental al día de hoy es su reposo y continúa vigilancia por parte de los médicos para no perder sus constantes vitales. A la llegada de los sanitarios a A Laxe, el menor se encontraba inconsciente y en estado muy grave.

El suceso ocurrió alrededor de las 22 horas del lunes, cuando el niño y su madre disfrutaban en el en el barrio de las actividades de la fiesta de Samaín.