Doce años y medio de prisión. Ésta es la condena que tanto el fiscal como la acusación particular y las defensas proponen para el autor confeso del crimen del congelador, Antonio Frutos Ayala, una vez que finalizó la práctica de la prueba en el juicio que se celebra estos días en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Así lo plantean las distintas partes personadas en un escrito conjunto de conclusiones definitivas que presentaron ayer al jurado popular, que ahora deberá emitir su veredicto.

En este escrito de conclusiones definitivas, todas las partes coinciden al señalar que Antonio Frutos es autor de un delito de homicidio, no de asesinato como lo calificaba en principio el fiscal, lo que permite esta rebaja de la pena inicial que solicitaba de 16 años de prisión. El representante del Ministerio Público, Juan Sagredo, expuso en su informe que no quedó acreditado que hubiera alevosía por parte del acusado a la hora de acabar con la vida de su amigo José Jesús Isasi González.

Más bien al contrario, el fiscal considera que los hechos bien pudieron suceder como relató ante el jurado el principal acusado, quien señaló que acabó con la vida de Isasi González en el transcurso de una discusión en la cual lo empujó, se cayó golpeándose con la cama y luego continuó golpeándole al creerlo al borde la muerte "y para que no sufriera". "Es posible que el acusado actuase con esta finalidad piadística a la que aludió en el juicio", explicaba ayer el fiscal tras modificar sus conclusiones. No obstante, insistió en que había claro ánimo de matar por parte del acusado, dado que lo normal sería haber requerido asistencia médica o una ambulancia y no rematar al herido en el suelo tras esa primera lesión que le causó.

Estos doce años y seis meses es la pena que se sitúa justo en la mitad del arco que recoge el Código Penal para el homicidio (de 10 a 15 años) y el fiscal destaca que no se le aplicará la atenuante de confesión dado que Frutos Ayala se entregó cuando ya se había emitido una orden de detención internacional en su contra. Con todo, su colaboración ha sido clave a la hora de fraguar este escrito conjunto con las defensas que se traduce en una reducción de la petición de condena.

Ahora, los jurados deberán emitir su veredicto y determinar si existe prueba suficiente para declarar a Frutos Ayala culpable de este homicidio. El fiscal entiende que sí. Además de la confesión del acusado, ayer el jurado escuchó a los forenses quienes indicaron que la víctima presentaba al menos 16 golpes concentrados en la cabeza y en cara, algunos realizados con un objeto de "elevada pontencia lesiva" que inicialmente identificaron con algún tipo de martillo pequeño pero que ayer aseguraron que puede ser también compatible con una plancha, como defiende el fiscal.

Los forenses explicaron que hallaron el cuerpo descuartizado y pegado a las paredes del congelador en el que lo ocultó Frutos Ayala y que tardaron "de dos a tres días" en descongelarlo antes de poder extraerlo para analizar el cadáver y practicarle la autopsia. El jurado empezará hoy a deliberar.