La investigación del caso Diana Quer trabaja con los últimos datos que entregó la Policía Local de Rianxo y que se corresponderían con nombres y direcciones de vecinos que podrían cumplir con un perfil de carácter "violento" o "peligroso".

Los agentes dan credibilidad a las testigos que sitúan a la joven madrileña cambiando de coche en el puerto de Taragoña el 22 de agosto de madrugada, el día en que desapareció. Estos testimonios apuntan a que en ese momento había varias personas y destacan que una de ellas tenía "mala pinta".

La Guardia Civil investiga los modelos de los coches identificados por esos testigos y también nuevos nombres de vecinos con antecedentes, o con un perfil que podría considerarse violento o peligroso, según informan varios medios. Igualmente se están comprobando las señales de sus números de teléfono, así como casas que podrían poseer en la zona.

Declaraciones de la madre

Los detalles de esta nueva investigación trascienden cuando están a punto de cumplirse dos meses de la desaparición de Diana Quer. Su madre, Diana López-Pinel, ha realizado declaraciones hoy a las puertas de su domicilio. "Descartamos que Diana desapareciese de forma voluntaria, ahora estamos juntas y haremos todo lo posible para encontrarla", indicó la progenitora en compañía de Valeria, su otra hija.