El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, confirmó ayer que la geolocalización del teléfono móvil del presunto asesino de la familia descuartizada en Pioz (Guadalajara) lo sitúa en el chalet la tarde-noche del crimen.

Se trata de una de las "pruebas indubitadas" que la Guardia Civil aseguraba la semana pasada en rueda de prensa tener para acusar a Patrick Gouveia, sobrino del cabeza de familia asesinado. Se cree que los hechos tuvieron lugar el 17 de agosto, el último día en el que el padre acudió a trabajar. No obstante, los crímenes "se llevaron a cabo de forma secuenciada". Primero mató a la mujer y los niños. Luego al hombre.

Por otro lado, el juez indicó que Brasil ha solicitado las actuaciones sobre el caso para iniciar el proceso penal.