Una familia del lugar de A Bouza, en la parroquia pontevedresa de Mourente, denunció en la Policía Nacional la desaparición de una de sus hijas. Se trata de Judit Jiménez, de 21 años de edad, que salió de su casa el martes a las diez de la mañana, para depositar la basura en un contenedor cercano, y que ayer, al cierre de esta edición, continuaba en paradero desconocido.

La desolación embarga a la familia Jiménez, de Mourente, que mueve cielo y tierra para tratar de encontrar a Judit, una de sus hijas, que sufre una minusvalía psíquica del 89%, según sus allegados. Le perdieron el rastro después de que abandonase la casa familiar temprano el martes. Cuando ya tardaba media hora en regresar, su madre, Ausencia Jiménez, salió a buscarla. "Me recorrí todo, llegué hasta la carretera general, pero no la vi", aseguraba ayer entre lágrimas.

Su desesperación se suma a la del resto de familiares, que ayer iniciaban una campaña para tratar de dar con la joven. Comenzaron denunciando su desaparición en la Policía Nacional, para después trasladar su inquietud a Facebook, donde solicitaron colaboración ciudadana. "Mi hermana no se ha ido por voluntad propia. No se llevó nada, ni ropa interior a mayores, ni el bolso ni el cargador del móvil", subrayaba Lurdes Jiménez.

Las sospechas de la familia, de etnia gitana, se centran en un hombre de Ourense de la misma raza, con el que Judit podría haber iniciado contacto vía telefónica. "Pero ella voluntariamente no puede estar con él. Estamos seguros de que él, que tiene 45 años, no le deja encender el móvil", aseguran. Esta sospecha se fundamenta en la información facilitada por familiares y amigos que tienen en esa provincia.Además cuando llamaron a Judit el martes, a las dos horas de haber desaparecido, la joven cogió el teléfono y le dijo a su hermana que estaba con su "novio". Ahora el móvil está apagado.

El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, señaló que se buscará a la joven, aunque precisió que es "mayor de edad" y se pudo haber ido "voluntariamente".