La mayor estafa a compañías de seguros que se ha destapado en la provincia de Ourense, la bautizada como "Operación Aleta", está más cerca de llegar a juicio, tras 6 años de laboriosa investigación en el pequeño juzgado comarcal de A Pobra de Trives.

El instituto armado cifró el cobro de indemnizaciones fraudulentas en más de 600.000 euros, mediante accidentes nunca producidos, robos falsos o daños auto provocados con un tractor o una retroexcavadora . El número de sospechosos creció hasta medio centenar de personas, pero finalmente serán once los imputados que se sienten en el banquillo.

Al frente de la presunta trama, como supuesto cabecilla, está el encargo de un taller de A Valenzá (Barbadás), S. A.G., quien estuvo tres meses en prisión preventiva. La juez considera que el empresario habría incurrido en un delito continuado de estafa agravada, en concurso con un delito continuado de falsedad, así como en tres delitos de receptación y en dos de simulación de delitos. En su declaración admitió varios engaños. A su mujer y también gerente del taller, M. D. S. C., le juez le atribuye un delito continuado de estafa y tres de receptación. La mayoría de las indemnizaciones se ingresaba en la cuenta de ambos.

La mecánica consistía en declarar accidentes simulados para cobrar la indemnización. En varias ocasiones habría actuado en connivencia con los titulares de las pólizas. También se deduce que el empresario adquiría piezas de coches siniestrados para usarlos en los fraudes.