Camino ya de los 50 días sin noticias de Diana Quer, la investigación prosigue sin pausa. Sin testigos y sin una sola prueba que al menos sugiera lo que le pudo pasar a la joven, los agentes tratan de componer el complejo puzzle con las pistas que poco a poco van aportando las pesquisas. El caso se mueve ya en varios escenarios que se consideran clave. Además de la propia localidad de A Pobra donde la familia tiene la casa de veraneo y en la que se la vio por última vez, fundamental para los investigadores también resulta la autovía en la que aquella madrugada del 22 de agosto se movió en un vehículo. Y sobre todo la zona de Taragoña del municipio de Rianxo, donde la chica habría estado en torno a una hora y media. ¿En qué lugar? En ello trabajan los agentes indagando en viviendas que hubiesen estado deshabitadas por aquellas fechas. Esencial para resaltar estos lugares en el caso Diana ha sido el teléfono móvil de la desaparecida. Un terminal que podría seguir aportando luz. Y ello ya que, según afirmó ayer el ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, el equipo que lleva el asunto está ahora "dedicado" a analizar la numerosa información de la que se dispone gracias a la nube del móvil de la madrileña, así como la proporcionada por los postes de telefonía, los mismos que dibujaron ese trayecto de 20 kilómetros que separan A Pobra de Rianxo.

La Guardia Civil continúa con al abanico de hipótesis abierto. No hay por ahora, así al menos se recalca en las manifestaciones oficiales sobre el caso, ninguna tesis prioritaria. En el caso han resultado de gran utilidad todas las pesquisas técnicas relacionadas con la telefonía móvil. Han sido estas indagaciones las que apuntan a que Diana se movió en coche esa madrugada y también que lo hizo al menos hasta la vecina localidad de Rianxo, donde se pierde la señal de su terminal, muy probablemente debido a que se quedó sin batería.

El ministro afirmaba ayer que entre las líneas de investigación que se siguen una es la de analizar toda la información aportada por la nube del teléfono de Diana. Un almacén virtual en el que se buscan pistas. Expertos señalan que un análisis de estas características podría permitir obtener información relativa a fotografías, conversaciones por WhatsApp... En relación con la nube del terminal de Diana, diversos medios habían apuntado a que los datos que tenía almacenados fueron borrados o desconfigurados. Aún en este supuesto, especialistas afirman que se puede seguir tirando del hilo. "Hay también la opción de ponerse en contacto con el proveedor de ese servicio remoto para que recupere esa información", explican al respecto.

Vehículo

Lo que se desconoce por ahora es el vehículo en el que se movió Diana aquella noche y, por tanto, quién o quiénes iban en ese coche con la joven desaparecida. Tampoco aquí la investigación es fácil, ya que además de visionar cámaras de tráfico y analizar miles de matrículas es necesario también tratar de acotar qué teléfonos móviles se movieron a la misma hora y en el mismo lugar que el de la madrileña esa noche del 22 de agosto.

La colaboración ciudadana no ha aportado por ahora pistas fiables. La Guardia Civil recibió numerosas llamadas de personas que creyeron erróneamente haber visto a Diana. Más de 300 personas se pusieron en contacto también con SOS Desaparecidos. La asociación señala que en casos de esta repercusión mediática es previsible que exista un aluvión de llamadas. Ya ocurrió en el de la joven sevillana Marta del Castillo y en el del niño canario Yéremi Vargas.