Familiares y amigos dieron ayer el último adiós a Ana Huete, la joven de 27 años de edad que falleció en el devastador terremoto de la pasada semana en Italia, en el transcurso de un emotivo y multitudinario funeral oficiado por el arzobispo de Granada, Javier Martínez, en la Iglesia de la Asunción de la localidad de Alfacar (Granada). El templo se quedó pequeño para acoger a las numerosas personas que quisieron despedirse de la joven, la única fallecida de nacionalidad española en el terremoto, por lo que muchas de ellas permanecieron en los exteriores.