La Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo juzgará el próximo martes a G.G.C., acusado de un delito continuado de abusos sexuales a su hijo menor de 13 años. Unos abusos que se prolongaron durante varios años, desde 2009 a 2013, y que finalizaron cuando su mujer le denunció por maltrato y puso fin a la convivencia.

El fiscal solicita una pena de prisión de 12 años, así como la prohibición de acercarse al niño a una distancia de menos de 300 metros e igualmente comunicarse con él por cualquier sistema. Además reclama la pena de privación de la patria potestad.

El escrito de acusación incide en que desde que el niño tenía 7 años, hasta unos dos meses antes del cese de la convivencia marital en abril de 2013, el acusado realizaba tocamientos al niño, le daba besos en la boca y mordía los labios, incluso cuando su madre estaba en casa. Unos hechos que se repitieron en varias ocasiones, a veces de forma semanal.

En diciembre de 2013 se dictó sentencia de divorcio del matrimonio y se atribuyó la guardia y custodia del menor a su madre. En marzo del año siguiente el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo suspendió cautelarmente el régimen de visitas acordado entre el acusado y el menor.

Ahora el padre del niño afronta una petición de 12 años de prisión por los presuntos abusos sexuales a los que sometió a su hijo a lo largo de cuatro años.