El vigués José Luis P.V., con un amplio historial delictivo y especializado en asaltos violentos a mujeres en los garajes de sus domicilios, volvió ayer al banquillo de los acusados en el Juzgado de lo Penal 1 de Vigo. La Fiscalía solicita para él 5 años de prisión por un delito de robo con violencia y una multa de 180 euros por las lesiones causadas a la víctima, a la que abordó y agredió la madrugada del 8 de junio de 2014 y que ha renunciado a cualquier indemnización que pudiera corresponderle por las lesiones sufridas de las que tardó cinco días en curarse.

Los hechos tuvieron lugar a las 12 de la noche. Cubierto con un pasamontañas para evitar ser identificado, el acusado abordó a la mujer cuando esperaba la llegada del ascensor tras estacionar su vehículo en el garaje de un inmueble de la calle Ricardo Torres Quiroga, según el escrito de acusación.

El asaltante atacó a la víctima por la espalda, la agarró del cuello y cuando ella intentó zafarse le propinó varios puñetazos y la tiró al suelo a la vez que le gritaba que no se resistiera "que no la iba a violar"., según el relato de hechos de la Fiscalía. A continuación le arrancó un colgante que la mujer llevaba al cuello, pero lo tiró tras comprobar que se trataba de bisutería. Después le cogió la cartera y se quedó un billetes de 50 euros que llevaba y cogió del bolso el teléfono móvil, las llaves de casa, del garaje y del coche de la víctima. Le advirtió que más tarde regresaría para llevarse el vehículo, todo ello mientras el gritaba que ni se moviese si le mirase.

La mujer, a raíz de los golpes que le propinó el asaltante, sufrió traumatismo cráneo facial del que tardó en curar cinco días en los que estuvo impedida, a tenor del informe forense. No obstante, la víctima denunció a cualquier indemnización que pudiese corresponderle por estos hechos.

El acusado y su defensa no alcanzaron pacto alguno con el Ministerio Público, que en su informe provisional solicita 5 años de prisión por un robo con violencia y lesiones, con las circunstancias agravantes de uso de disfraz y reincidencia.

José Luis P.V. fue condenado en 2012 a una pena de 3 años y 8 meses de prisión por un asalto similar. La víctima fue una mujer que acaba de estacionar su vehículo en el garaje de su casa en al calle Chano Piñeiro para robarle. En aquella ocasión fue detenido gracias a una aplicación gratuita de la BlackBerry que sustrajo a la mujer: un popular sistema que permite localizar por GPS el smartphone y que ubicó con precisión el terminal, y por tanto al ladrón en una calle de Bouzas donde minutos después era arrestado por la Policía Nacional en un bar.

El marido de la víctima acudió al bar y vio a un individuo que vestía ropa parecida a la del asaltante que había descrito su mujer. La confirmación llegó al hacer una llamada al teléfono sustraído: el que tenía el ladrón vibró y recibió la llamada.