El caso de la agresión con palos a un joven ocurrido en el barrio vigués de Teis en abril de 2014 ya está más próximo a juicio. La juez ha dictado un auto en el que dispone continuar la tramitación de las diligencias previas frente a las cuatro personas que constan como investigadas en la causa, un matrimonio y sus dos hijos de 20 y 21 años naturales de la República Dominicana y con nacionalidad española, al estimar que los hechos podrían ser constitutivos de delitos de amenazas y de atentado a agente de la autoridad y de delitos leves -antiguas faltas- de lesiones. Una vez se presenten los escritos de acusación y defensa, la causa será elevada al órgano competente para la vista oral.

Todo se remonta a la tarde del 14 de abril de 2014, cuando, según el auto dictado por el Juzgado de Instrucción 1 de Vigo el pasado 8 de febrero, uno de los investigados, J.A.L.R., -"que ya llevaba un tiempo profiriendo amenazas de muerte" a la víctima, un vecino de Vigo de 31 años, ya que éste le debía dinero- se presentó acompañado de sus dos hijos en el gimnasio donde éste estaba entrenando. En un primer momento fueron los jóvenes, B.A.L.B. y J.A.L.B., los que se dirigieron al perjudicado. "O pagas o de aquí no sales vivo", le dijeron supuestamente para, a continuación, coger unos palos, "material del gimnasio", y seguirlo al exterior del establecimiento.

Ya fuera, en la calle, prosigue la juez, asestaron al joven vigués varios golpes que le provocaron contusiones. Uno de estos alcanzó asimismo a una clienta del gimnasio que presenciaba lo que sucedía y que resultó lesionada en el brazo izquierdo. Mientras esto ocurría, el padre de los presuntos agresores empuñó un cuchillo, que introdujo en una mochila que tiró al suelo en cuanto llegaron las dotaciones policiales.

Los agentes, una vez allí, indicaron al progenitor y a sus dos hijos que se colocaran contra la pared. Pero ahí no finalizó el altercado. El padre supuestamente arrojó a un efectivo contra un vehículo estacionado y cogió un palo que lanzó y alcanzó a otra clienta del establecimiento deportivo que también estaba en la calle y que, según el auto judicial, sufrió fractura no desplazada "de la diáfisis cubital izquierda". El investigado no cesó en su actitud y habría llegado a arrebatarle al policía su defensa reglamentaria. En ese momento llegó la cuarta investigada, la esposa y madre de los otros tres, que presuntamente asestó "manotazos" al referido agente para evitar el arresto de su marido, que finalmente fue detenido. Otro policía que sujetaba a los dos hijos del matrimonio también resultó herido.

Los cuatro miembros de la familia fueron apresados y, tras pasar a disposición judicial, quedaron en libertad con cargos con la medida cautelar de orden de alejamiento con respecto a la víctima. Tras la práctica de las indagaciones pertinentes, la juez instructora considera que las conductas del padre y los dos hijos podrían ser constitutivas de delito de amenazas, delito de atentado y de tres delitos leves de lesiones. Con respecto a la mujer, de delito de atentado.