El profesor e investigador José Antonio Vilán, de 52 años, uno de los tres ciclistas en estado crítico tras ser arrollados por un conductor octogenario en A Guarda el sábado pasado, se despertó ayer del coma; el comisionado de Vigo Tecnológico de la Universidad pudo hablar con su mujer y sus dos hijas, si bien sigue en la UCI del Cunqueiro pues su estado es muy grave ya que el vehículo al parecer le pasó por encima.
La buena noticia ha sido recibida con gran alegría por el colectivo de ciclistas que le acompañaban aquel día, si bien tanto ellos como las familias de los heridos se muestran indignados con la declaración en el Juzgado de Tui del conductor que arrolló al pelotón y causó un muerto y siete heridos. Aunque ellos todavía no han sido citado a declarar en el juzgado, sí lo han hecho detalladamente ante la Guardia Civil y han aportado el croquis de la situación de cada uno en el pelotón, los GPS y la ropa que vestían para la investigación de Tráfico que determinará la trayectoria del vehículo y esclarecerá el siniestro.
"Asumimos que, por motivos que ignoramos, se produjo un atropello, pero no las falsedades de la declaración del conductor", exponen. Así, afirman que ningún ciclista se movió de su puesto en la fila doble, y la carretera era un tramo recto y sin cambios de rasante: "nadie le cerró el paso". Los afectados sostienen que el coche "fue contra nosotros, describiendo una trayectoria recta desde atrás, y escorando ligeramente a la derecha. Tras el primer impacto, con el fallecido José Antonio "Ñito" Casas, no evitó al resto del grupo".
Sostienen que velocidad del todoterreno era "muy superior" a los 60 km/h que afirma: "Demostramos (GPS) que íbamos a 37 km/h. Si a sus 60 le restamos los 37 nuestros nos quedan 23 km/h, una velocidad a la que es imposible causar tantos destrozos en un vehículo sólo con el cuerpo de las personas y despidiéndolas a más de 200 metros", exponen.
Aseguran que en ningún momento pisó el freno y que detuvo el vehículo a más de 300 metros del primer impacto. "Minutos después reemprendió la marcha, no bajó a asistirnos, no usó su teléfono móvil y con su coche con enormes desperfectos y sin visibilidad del parabrisas intentó minimizar el accidente diciéndole a su conocido del restaurante que atropelló a un par de ciclistas". Una de las cosas que más les duele es que seis días después del siniestro "nadie de su entorno se ha personado ante víctimas o familiares para presentar condolencias o disculpas, ni en el tanatorio ni en los hospitales".
Por otra parte resaltan que el atropello comenzó con los ciclistas que ocupaban los últimos puestos del pelotón, que cerraba "Ñito" en fila de a dos. Los heridos más graves iban delante de éste y los leves en cabeza. "No pudo rebasar a doce como explican, empezó desde atrás.".
Por otra parte, el todoterreno si está a nombre del conductor, Manuel Alonso si bien como tomadora del seguro figura su hija.
