Otro trágico atropello múltiple de ciclistas en la carretera PO-552, que comunica Baiona y A Guarda, se saldó con la muerte de un vecino de Nigrán, José Antonio Casas Pérez, de 52 años, y con otros siete deportistas de entre 41 y 54 años hospitalizados. Cuatro permanecían en estado muy grave al cierre de esta edición y especialmente delicada era la situación de uno de ellos. El siniestro se produjo después de que un octogenario al volante de un todoterreno arrollase a una decena de un grupo de casi 20 ciclistas que circulaban en fila de a dos por la calzada pegados al arcén, en dirección a la villa guardesa. El conductor, Manuel A., de 86 años, vecino de Nigrán, con propiedades en A Guarda, fue detenido por la Guardia Civil como presunto autor de un delito de homicidio imprudente y otro de omisión del deber de socorro, quedando después en libertad. Deberá comparecer ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui cuando sea citado para ello.

Permanecen en la UCI del Hospital Álvaro Cunqueiro en estado muy grave los ciclistas Diego Freiría F., de 50 años , que presenta, entre otras lesiones, un traumatismo craneoencefálico que le causó hemorragia cerebral. Fue sometido a una cirugía descompresiva por parte del servicio de Neurocirugía. Fernando A. V., de 49 años, de Vigo y empleado en una entidad bancaria de Tui, sufre traumatismo craneoencefálico, neumotórax, y presentaba una vértebra que le presiona el canal medular, entre otras heridas. José Antonio Vilán, de 52 años, profesor e investigador de la Universidad de Vigo y en la actualidad comisionado del Vigo-Tecnológico, fue intervenido por Traumatología. Está crítico. Jorge Sanmartín, de 54 años, de Toralla y empresario, estaba en REA.

En Povisa están ingresados en planta Javier G. L., de 54 años, vecino de Gondomar, con una pierna y un brazo rotos, además de un golpe en la cabeza. Está pendiente de operación. Rubén F. V., de 41 años, vecino de Vigo, y Miguel Alonso Fernández., de 41 años, de Nigrán, presentan varias fracturas.

Haz click para ampliar el gráfico

El siniestro acontecía sobre las 10. 55 horas de la mañana de ayer, en el kilómetro 43.600 de la carretera PO-552, en las cercanías de la gasolinera de As Loucenzas, en el término municipal de A Guarda, cuando un vehículo todoterreno Honda, modelo CR-V, matrícula 2391 FWS, conducido por el vecino de Nigrán, embistió primero al ciclista que iba a la cola del grupo, Fernando A., sin reducir su marcha y arrollando al resto de los del lado de izquierdo de la calzada, en una zona de carretera con línea continua, que discurre en línea recta y tiene visibilidad.

El conductor paró el coche a 300 metros de distancia, sin apearse, para luego seguir la marcha, perdiéndose de vista, dejando atrás la matrícula de su coche tirada en la calzada y una escena dantesca, con un fallecido y heridos por el suelo entre bicicletas hechas pedazos, cascos, guantes y gorros esparcidos por una amplia zona de la calzada.

El 112 destacó a más de cinco ambulancias, GES de A Guarda, Guardia Civil de Tráfico, helicóptero del 061, grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias, CIPCE. Intervino también la Policía Local de A Guarda y Protección Civil de la localidad y conservación de carreteras.

En el lugar, el ciclista Luis Testera Llamazares, de 53 años, vecino de Vigo y empleado de Citroën, explicó como "desgraciadamente fui testigo de primera fila. El primer atropellado era el compañero que iba a mi lado, a la izquierda. El coche vino por atrás y no nos dimos ni cuenta. Pasó a mi lado y por encima de todos, barrió a todo el grupo. Frenó en el cambio de rasante, a unos 300 metros, y luego desapareció". Describe que "fue una auténtica pesadilla" que ocurrió en una décima de segundo. Cuando impactó el coche con todo el grupo, cuenta, "saltaron por el aire trozos de bicicleta y ciclistas por todos lados".

Para el ciclista, el suceso no tiene explicación pues "es una zona recta de carretera, hay total visibilidad, el cielo está azul, todos somos visibles, con nuestro equipo de colores", razona Testera, aunque reconoce que son muchos los vehículos que no guardan el metro y medio de distancia de seguridad. Los ciclistas iban por la calzada, no por el carril-bici, porque, según dijo "uno había pinchado". "Un pelotón no puede ir por ese carril-bici; es peligroso, está mal diseñado con la mediana de hormigón, es una ratonera; nos obliga a ir por fuera", añadió otro deportista.

Llamada del conductor

Sobre el paradero del conductor tras marcharse del lugar del siniestro, la Policía Local de A Guarda recibió una llamada del propietario del restaurante Area Grande de la localidad, donde le dijeron que un cliente pedía auxilio al haber atropellado a varios ciclistas. Los policías acudieron al local y se encontraron con el conductor, sentado en la terraza y abatido, que contó : "Acabo de atropellar a ciclistas". El hombre fue trasladado a la sede de la Policía Local y hasta allí acudieron familiares. Ante miembros de la Guardia Civil de Tráfico de O Porriño declaró que "me puse a adelantar, los ciclistas se arrimaron a la izquierda y me los llevé por delante", reconoció.El vehículo del octogenario, aparcado en Area Grande, presentaba abolladura en el capó, con restos de bicicletas encima, además del parabrisas roto y cristales dentro del vehículo y abolladuras en la parte delantera, con restos del atropello.

El octogenario dio negativo a las pruebas de alcohol y drogas, y tenía en regla el permiso de conducir, el seguro y la ITV.