Año y medio de prisión y diez días de localización permanente. Esta es la condena que afronta un hombre juzgado ayer en Vigo acusado de un delito de lesiones por pegar un puñetazo a su cuñado, que vive en el piso de arriba en la misma vivienda, cuando protestó por el ruido que había hecho por la noche. La mujer de la víctima y hermana del acusado, con quien mantiene malas relaciones, grabó lo ocurrido.