El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia verá el martes la apelación de los padres de Asunta, Rosario Porto y Alfonso Basterra, condenados a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija, que reclaman su absolución y se confiesan inocentes. Ambos están ingresados en la cárcel de Teixeiro.

El cadáver de la menor apareció en una cuneta de la localidad coruñesa de Teo, a cinco kilómetros de un chalé propiedad de Rosario Porto, en la madrugada del 22 de septiembre de 2013. La autopsia confirmó que la niña fue sedada durante meses y el día del crimen de forma tóxica, por lo que no podía defensores cuando fue asfixiada.

Los juzgados compostelanos fueron escenario durante cuatro semanas, comprendidas entre septiembre y octubre de 2015, de la vista oral por este caso, en el que un jurado popular consideró probado, por unanimidad, que ambos padres, de común acuerdo, le suministraron repetidamente a su hija, desde al menos tres meses antes del fallecimiento de ésta, un fármaco que contenía Lorazepam, y que la mataron en un plan conjunto.