La búsqueda del bebé arrastado por la mar en la playa de Frexulfe, en Navia, ayer por la tarde, se mantendrá durante toda la noche aunque el número de efectivos se verá reducido ya que los medios aéreos se retiran hasta mañana a las ocho de la mañana, según ha informado a las siete de la tarde Benjamín García, jefe de zona de Bomberos,

La búsqueda del pequeño Hugo se ha extendido varios kilómetros en la costa naviega, desde la punta El Castello a Otur, y ha estado marcada por la mala visibilidad debido a la espuma de las olas.

Efectivos de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), con base en el parque de Valdés, han relevado esta mañana a los compañeros que han buscado durante toda la noche al bebé arrastrado este lunes por un golpe de mar en la playa de Frejulfe, en Navia.

Durante la mañana, la búsqueda se ha ampliado unos 4 kilómetros hacia el este de Frexulfe, que es hacia donde actúan las corrientes, según explica Eduardo Rubio, jefe de zona de bomberos. Hasta Puerto de Vega. A lo largo de la tarde se ampliarán otros 4 o 6 kilómetros, principalmente por tierra, con apoyo del Helimer, que sobrevuela la zona, aunque con dificultades. Unos 50 efectivos trabajan en este momento, en las zonas de fácil acceso primero, y poco a poco buscando en zonas más difíciles.

Según ha informado el SEPA en una nota de prensa, en el operativo participan también desde primera hora voluntarios de Protección Civil de Navia y Castropol. Un puesto de mando avanzado del SEPA instalado en la playa naviega coordina las labores de búsqueda, a las que se ha incorporado el helicóptero del Principado con su grupo de rescate a las 9.15 horas.

Por su parte, el grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) se ha sumado también al operativo, a partir de las 9.30 horas. Asimismo, el helicóptero de la Guardia Civil participó en las tareas de rastreo desde las 11.00 horas y, posteriormente, a las 12.30, se unió también el Helimer de Salvamento Marítimo. El fuerte viento que azota en el litoral asturiano, con rachas de más de 100 kilómetros por hora,obligó durante unas horas a retirar los medios aéreos del operativo de búsqueda del niño.

"¡Mi hijo, mi hijo!", gritaba el padre del niño

Vino a España hace tres semanas -concretamente el 16 de enero- para conocer a sus abuelos. Y de los brazos de su abuelo se lo llevó el mar ayer en la playa naviega de Frexulfe. Hugo Brandonn Álvarez, de 20 meses, está desaparecido desde las cinco y veinte de la tarde de ayer, momento en el que el mar se lo tragó mientras paseaba por la playa junto a su padre y su abuelo, que comparten nombre -Hugo Álvarez- con el pequeño.

Les habían avisado de que no pasasen por la playa, porque estaba muy peligrosa, como todo el litoral asturiano en la tarde de ayer, donde se esperaban olas de nueve metros. Era el punto álgido de la pleamar, por lo que el agua casi colmaba el arenal, dividido prácticamente en dos playas por un entrante de rocas. En vez de tomar un sendero que sube por encima de ese entrante, los tres intentaron pasar por abajo, por una estrecha lengua de arena, peligrosamente cerca del agua. Una serie de grandes olas terminó arrastrando a los tres. El abuelo llevaba al niño en los brazos y lo perdió para siempre. A duras penas los adultos pudieron salir del agua.

Se produjo entonces una escena desesperada, con el padre lanzándose al mar hasta en dos ocasiones tratando de encontrar al bebé en medio del oleaje en una búsqueda impotente, sin sentido. "¡Mi hijo, mi hijo!", gritaba desconsolado el padre, mientras era sujetado por el concejal de Seguridad de Navia, Marino Fernández, para que no volviese a lanzarse al agua. Fue Fernández quien llamó a Emergencias. En diez minutos se presentaron en la playa, pero ya era tarde. No había rastro del menor. Poco después se localizó la ropa del niño.

Se iniciaba así un rastreo a la desesperada, porque poca esperanza cabe de encontrar el cuerpo del pequeño. No había forma de aliviar la congoja que atenazaba al padre de la criatura, que, con el rostro sembrado de heridas tras haber luchado contra el oleaje y haberse golpeado contra las rocas, observaba desde la arena las operaciones de búsqueda. A su lado, su padre, el abuelo, completamente anonadado, sin articular palabra. No se separaron un minuto, dándose apoyo mutuo, con los ojos rebosantes de lágrimas, el cuerpo empapado en agua salada y dolor.

En la búsqueda se alternaron un helicóptero del Principado y un Helimer de Salvamento Marítimo, que también desplazó una embarcación. A la playa acudieron ocho bomberos del SEPA con un jefe de zona. Entre ellos, varios submarinistas especializados en este tipo de rescates. Una decena de miembros de Protección Civil y Cruz Roja también intervinieron en el rastreo, así como otra decena de agentes de la Guardia Civil. Todos formaron un cordón a lo largo de la playa, escrutando la espuma que formaba el oleaje, esperando que el mar devolviese al pequeño.

Finalmente, se llevaron al Hospital de Jarrio (Coaña) al padre y al abuelo, completamente rotos, apoyados por psicólogos del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de la Cruz Roja. Hacia las siete de la tarde, la Policía Local de Navia acompañó a la madre del pequeño, de nacionalidad peruana y que aún desconocía que su hijo había sido tragado por el mar, hasta el hospital, para reunirse con su marido y conocer la terrible noticia.

El alcalde de Navia, Ignacio García Palacios, acudió hacia esa hora a la playa, absolutamente amargado con lo ocurrido. "Al padre y al abuelo no se les puede decir otra cosa que les acompañamos en el dolor", dijo. Pero no pudo dejar de remarcar que hay imprudencias que generan tremendas situaciones de peligro. "Están vivos de milagro", reconocía alguno de los presentes. Hasta la playa de Frexulfe se desplazaron numerosos vecinos con el ánimo de ayudar y apoyar a los familiares del pequeño. Fueron abandonando el arenal conforme caía la noche, cariacontecidos. La familia es muy conocida. Hugo Álvarez, el padre del pequeño, fue camarero, trabajó en la construcción y también como guarda de seguridad antes de marcharse a Lima con su mujer peruana. Allí nació Hugo Brandonn. Había llegado el pasado 16 de enero a Asturias a casa de los abuelos, Hugo y Carmen, muy conocida también en Navia, por haber trabajado en el restaurante La Isla. Esta visita ha tenido el peor final posible. "Hablé el otro día con Carmen, la abuela, y estaba loca de contenta con su nieto", decía entre lágrimas una mujer. "Yo no soportaría esto", aseguró un antiguo compañero de colegio del padre del bebé.

El operativo de rastreo no se interrumpió por la noche. El helicóptero del Principado estuvo alumbrando las olas con un potente foco. Lo cierto es que entre los miembros del equipo de rescate había pocas esperanzas de dar con el cadáver. "Puede salir en la playa, pero hay una fuerte corriente en Frexulfe que arrastra hacia el Picón de Andés. Otra posibilidad es que el mar, como está tan batido, se lo haya llevado hacia el Oeste", indicó un responsable de Protección Civil. La esperanza es escasa.