Un conductor luso que tras una jornada de fiesta con dos amigos huyó de un control de preventivo de alcohol y drogas de la Guardia Civil en Vigo, fue interceptado en la localidad lusa de Ponte da Lima en una operación conjunta del Instituto Armado y la Guardia Nacional Republicana. Si buscaba impunidad, ahora se enfrenta a cargos contra la seguridad del tráfico en España y en Portugal, ya que dio positivo en alcoholemia.

Los agentes del control de la Guardia Civil dieron el alto a un turismo Audi A-3, de color gris y con placas de matrícula lusa, pero el conductor, lejos de detenerse, aceleró y uno de los agentes tuvo que apartarse para no ser arrollado por el vehículo, según fuentes del Ministerio del Interior.

El coche, perseguido por una patrulla, emprendió una veloz huida por las inmediaciones de Vigo y a través de la A-55 en dirección a Portugal. La Guardia Civil comunicó la incidencia al centro de cooperación policial y aduanera de Tui-Valença do Minho y efectivos de la Guardia Nacional Republicana (GNR) se sumaron a la búsqueda del automóvil.

El coche fue interceptado en Ponte da Lima y los policías localizaron al conductor escondido en las inmediaciones. El conductor fue detenido por la GNR por conducción temeraria y bajos las influencias de bebidas alcohólicas, por lo que deberá comparecer ante las autoridades judiciales lusas. Por su parte, la Guardia Civil le ha incoado un procedimiento de investigación por los ilícitos cometidos en territorio español. La colaboración en materia de tráfico entre las policías de España y Portugal se suma así la existente en toros tipos de delitos.