El vecino de O Porriño, C. R. R., asumió ayer una pena de dos años de cárcel que quedará en suspenso si completa con éxito un periodo de 3 años en los que estará bajo libertad vigilada y en el que se deberá someter a tratamiento psiquiátrico. Reconoció que en diciembre de 2012 paseaba por la calle Tarela de O Porriño a su perro de raza "pitbull" sin correa ni bozal al que ordenó atacar a un joven al que después golpeó con sus puños y un paraguas. La víctima, que entonces tenía 19 años, perdió dos dientes y sufrió daños en varias piezas más. En el juicio celebrado ayer en la Audiencia de Pontevedra trascendió que el acusado padece un trastorno ansioso depresivo y otro de personalidad.