La condena de 17 años de prisión a un policía local de la comarca de Pontevedra por abusos sexuales continuados a sus dos hijastras cuando eran menores de edad, ha llevado a la representación legal de las víctimas a solicitar una comparecencia urgente en la Audiencia para su inmediato ingreso en prisión provisional. Aunque la condena no es firme y se va a recurrir ante el Tribunal Supremo, la medida persigue evitar un posible riesgo de fuga o incluso algún tipo de venganza mientras se resuelve en casación.

Argumentan que el policía sigue en activo y dispone de arma de fuego, ya que el fallo judicial no le aparta del servicio público ni le prohíbe el uso de armas. En este sentido recuerdan que ya habría quebrantado con anterioridad la orden de alejamiento que tenía de su expareja y su propia hija. A tal fin la Sección de la Audiencia de Pontevedra que condenó al agente tendrá que resolver si acepta o no la vista solicitada, en la que también se oirán los argumentos del condenado y de su abogado.

La Fiscalía de Pontevedra, que además acusaba al policía local de un delito de malos tratos a la que fue su pareja y otro de supuestos abusos a la hija que tuvieron en común, estudia si recurrirá en casación ya que el tribunal le exoneró de ambos delitos al estimar que no había pruebas suficientes. La acusación particular ya ha manifestado su intención de recurrir al Supremo la absolución por malos tratos.