Cinco años de prisión. Cuatro por un delito de retención ilegal y otro por un delito de coacciones. Esta es la condena que solicita la Fiscalía de Vigo para un joven acusado de retener ilegalmente al empleado de una empresa intimidándole con un bate de madera con el que destrozó la oficina y acosar al jefe de la empresa, a quien llegó a enviar flores mientras estaba en una convención en Valencia. El juicio, que iba a celebrarse ayer en el Juzgado de Penal 1 de Vigo, se suspendió y quedó aplazado.

Los hechos se remontan al 23 de junio de 2014. El Ministerio Público sostiene que sobre las 11 de la mañana, el acusado BJ.F.A. accedió a la oficina de la entidad Arteta 2002 SL en la calle Areal en cuyo interior se encontraba solo un empleado. Le preguntó por el administrador de la empresa y al replicarle que no se encontraba allí, "exigió con tono intimidatorio" que le llamase. El empleado llamó a su jefe y el acusado, tras mantener una conversación telefónica "sobre supuestas exigencias económicas que no pareció satisfacerle" permaneció en estado muy alterado en la oficina hasta las 13.15 horas, según el escrito de acusación.

La Fiscalía sostiene que durante más de dos horas y "sirviéndose de un instrumento de madera semejante a un bate" mantuvo atemorizado al empleado, impidiéndole salir de la oficina "aunque lo intentó". De hecho, llegó a golpearle en un hombro, si bien no le causó lesiones apreciables, pero propinó fuertes golpes al mobiliario de las instalaciones y destrozó un mueble valorado en unos 170 euros, a tenor del escrito de calificación.

Además, según el fiscal, amenazó en múltiples ocasiones al empleado retenido que "iba a romperle la cabeza" y así "vería que iba en serio". Finalmente el acusado abandonó la oficina llevándose un teléfono móvil Iphone 5C valorado en 210 euros y las llaves de la oficina, incluidas las del buzón y las del portal. El cambio de cerradura supuso unos gastos de 102,85 euros.

Después de estos hechos, según la Fiscalía, el acusado comenzó a acosar al administrador de la firma. Se le acercaba frecuentemente "intentando así de modo intimidatorio conseguir a obligarlo a hablar con él sobre extremos no debidamente concretados".

En ocasiones el acusado acudía a la oficina de Areal, pero también al domicilio particular del administrador de la firma, a quien llamaba por teléfono y mandaba mensajes. El 24 de junio, un día después de hacerse con las llaves de la oficina, accedió al edificio por el portal pero no logró entrar en las instalaciones. El 3o de junio le llamó por teléfono en varias ocasiones y le envió un ramo de flores a una junta de accionistas ala que asistía en Valencia. El 8 de julio la Policía le identificó en al puerta del domicilio del acosado.