Un palo de gran tamaño, localizado en el domicilio de la víctima, es probablemente el arma homicida que acabó con la vida de Marina Rodríguez Barciela, la mujer de 69 años asesinada en su vivienda de Mos presuntamente a manos de su marido, Florencio Alonso Calvar, de 71, el pasado miércoles. El hombre, que acudió la noche del pasado 30 de diciembre al cuartel de la Guardia Civil para comunicar que había encontrado el cadáver de su mujer en la cocina de su domicilio, ingresó del día de Nochevieja en la prisión de A Lama acusado de presunto homicidio.

La investigación, a tenor de los datos iniciales de la autopsia, avanza que la mujer recibió una brutal paliza con el palo ya que la sexagenaria presentaba numerosos y contundentes golpes en la cabeza que le desfiguraron el rostro, como comprobaron las numerosas personas que ayer acudieron a darle el último adiós al tanatorio. El análisis del arma del crimen, que al parecer tiene las huellas del hombre y algunos restos biológicos, resultará determinante para la acusación pues Florencio Alonso negó inicialmente su participación en los hechos y en su comparecencia judicial se negó a declarar sobre la muerte de su mujer.

Los que sí prestaron declaración en el Juzgado de Instrucción 2 de Porriño que instruye las diligencias, fueron los dos hijos de la pareja y un vecino. Marina Rodríguez había interpuesto en 2014 una denuncia contra su marido al que acusaba de malos tratos físicos y psíquicos habituales. Las diligencias se transformaron en un juicio de faltas por insultos durante el cual la víctima retiró la denuncia, por lo que el caso fue archivado, según fuentes judiciales.

Este crimen de violencia machista, séptimo en 2015 en Galicia, ha causado conmoción en el municipio de Mos, especialmente en la parroquia de Tameiga, donde ayer recibía sepultura la víctima. Numerosos allegados y vecinos, con la alcaldesa Nidia Arévalo al frente, acompañaron ala familia de Marina Rodríguez. "La consternación es grandísima, no se habla de otra cosa en el municipio", explicaba la regidora, que ha puesto a disposición de la familia el apoyo que necesiten. El Concello, que vive su tercer día de luto sin rondallas ni iluminación navideña, fletó ayer un autobús hasta Vigo para facilitar la participación en la concentración de repulsa por este crimen delante del Marco.