El Fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo, Antonio Vercher, ha admitido que hay "muchos elementos que permiten pensar que puedan ser intencionados las múltiples incendios forestales que se han producido este fin de semana en el norte de la Península, desde Galicia hasta el País Vasco y Navarra.

Vercher ha recalcado, en declaraciones a Europa Press, que esta situación "no es habitual para la época del año" y ha asegurado que está "abierto a cualquier circunstancia y causas" para conocer el origen de los fuegos.

Del mismo modo, ha informado de que el Grupo Central del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil en Madrid va a colaborar con los efectivos en Asturias para investigar esta "situación masiva de incendios".

"Ha llegado una petición del grupo del SEPRONA de Asturias para que se envíe un equipo desde el servicio central", ha confirmado.

La pesadilla de fuego que arrasó el Occidente costero y dañó zonas boscosas de Cangas del Narcea en la tarde y la noche del sábado empezó a esfumarse a media tarde de ayer. La llovizna, un viento más suave y la bajada de temperaturas contribuyeron a estabilizar la zona. De los 143 incendios activos a primera hora de la mañana quedaban 60 fuegos a las ocho de la tarde. De esta cantidad, 33 ya estaban controlados. Sobre un paisaje desolador desde la sierra de Boal hasta el puerto de Viavélez, una de las grandes exigencias de los vecinos es el esclarecimiento de la posible autoría intencionada de una oleada de fuegos como no se recuerda en esta comarca.

La demanda, impregnada en irritación, se sustenta en la extraordinaria concentración de focos que comenzaron a aparecer en el Occidente justo en el momento en que el sábado comenzaba a oscurecer. Entre las seis de la tarde y las once de la noche se declararon nada menos que 78 incendios. A las dos de la madrugada del domingo los efectivos del Principado y de la Unidad Militar de Emergencias tenían que hacer frente nada menos que a 147 fuegos. En ese momento, toda la comarca estaba en vilo. Muchos ya se preguntaban si la fuerza del viento y las altas temperaturas eran las únicas causantes de semejante catástrofe. La Guardia Civil y las brigadas antiincendios del Principado (Bripas) comenzarán a investigar el caso una vez terminen completamente las labores de extinción.

El presidente del Principado, Javier Fernández, que visitó ayer por la mañana El Franco, el concejo más castigado, aludió a esta coincidencia de focos en tan breve espacio de tiempo. "Ahora mismo no estoy en condiciones ni me voy a referir a esa simultaneidad que en principio parece imposible ni a si los incendios han sido a consecuencia en algunos casos de acciones intencionadas o no". El jefe del Ejecutivo se mostró "preocupado" por el "insólito número de incendios" desatados en Asturias.

Por su parte, el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, calificó de "realmente increíble" que pudieran iniciarse a la vez más de cien fuegos en la región. El Principado ya está trabajando en encontrar ayudas para los damnificados y no descarta ninguna medida, como solicitar al Estado la declaración de zona catastrófica.

El fuego que arrasó el Occidente no ha causado ninguna pérdida personal, pero sí daños materiales: dos viviendas habitadas y una rehabilitada en El Franco, además de distintas construcciones agrarias. También quedaron calcinadas dos viviendas abandonadas en el concejo de Boal.

Ninguno de los incendios que seguían activos ayer a última hora de la tarde revestía especial gravedad ni tampoco había ninguna vivienda ni otro tipo de infraestructura amenazados.