El "enorme" despliegue policial sorprendió ayer a los vecinos de Arcade. Un bazar ubicado al pie de la N-550 a la entrada de esta parroquia de Soutomaior, frente al cuartel de la Guardia Civil, y un almacén de la cercana avenida Xosé Solla fueron objeto de registros toda la mañana. Comerciantes y residentes comentaban que ambos están gestionados por ciudadanos marroquíes y que a los mismos solían acudir a proveerse principalmente compatriotas de éstos "que venden en las ferias y de forma ambulante". "Había movimiento, venía gente en coches particulares y en furgonetas a cargar", concreta un joven. En la zona coinciden en que los almacenes funcionan desde "hace años". "Todos los días laborables abren", cuenta un hombre. Ayer, tras las inspecciones, quedaron cerrados a cal y canto.

Uno de los establecimientos es el bazar Auatif. "Los mejores precios en alfombras", reza el rótulo. "Había muchos policías y salieron de ahí con bolsas blancas; comentaban por aquí que era ropa", afirma un vecino, que señala que el ciudadano marroquí que lleva el negocio vive en un piso del mismo inmueble "con su mujer y sus hijos pequeños". "Suele venir un tráiler enorme a descargar material y los que más compran ahí son marroquíes que andan en la calle a vender y los de los alrededores que van a las ferias", prosigue. "LLevan unos ocho años aquí, del señor que lleva el almacén no tengo nada malo que decir, es muy educado", dice.

En el almacén de Xosé Solla no hay rótulo ninguno. El registro duró horas. "Llegaron primero agentes de paisano y después aparecieron al menos cuatro furgones policiales. Dijeron 'Quietos todos' a los que estaban allí", dice un testigo. "En el almacén suelen estar unos chicos, a veces los veía sentados fuera", explica otro vecino. "Hay alfombras, ropa y lo clásico que venden en las ferias", agrega. "Había movimiento, venían furgonetas", señalan varios residentes, apreciación que no compartían otras personas. "No veía a mucha gente", opinaba una mujer.