El crimen ocurrido ayer en Ponte Caldelas es el octavo que se produce en la provincia pontevedresa en un período de apenas cinco meses. La mitad de estos homicidios se registraron en Vigo. Y cinco de ellos fueron por violencia de género.

A principios de julio fue el doble homicidio de Arbo. Arturo Domínguez Sebastiá, de 37 años, mató supuestamente a su expareja y al novio de ella de disparos de escopeta. A finales de ese mismo mes, el día 31, se registraba otro doble crimen, en este caso en Moraña, donde David Oubel, de 40 años, asesinó supuestamente con una sierra radial a sus dos hijas de sólo 4 y 9 años.

A principios de septiembre, Diego Pedrido Abalde, de 31 años, acabó con la vida de su expareja en la calle López de Neira de Vigo. La víctima tenía signos de estrangulamiento y recibió patadas en la cabeza. Y un mes después, Pedro Rodrigues, de 55 años, mató a su compañera sentimental, escondió el cuerpo en un armario y después se suicidó. Ocurrió también en Vigo, en la avenida de Fragoso. Y de nuevo en Vigo, en O Calvario el 29 de octubre, Alberto José V.G., de 62 años, asesinó supuestamente a su esposa al arrojarla por la ventana. Apenas unos días antes había sido el crimen de Pontesampaio: José Antonio Lusquiños, de 34 años, era detenido el 24 de octubre por la muerte a puñaladas de su expareja. Y ya este noviembre se producía otro asesinato en Vigo, en la calle Zamora. Ramón Martínez Cendón, de 27 años, asestó presuntamente al menos una decena de puñaladas a su madre, hechos por los que la juez decretó prisión para él.