"Tiroume meu home". Éstas fueron algunas de las palabras que María José Rodrigues, de 71 años, dijo a un policía antes de fallecer. La mujer pereció tras ser supuestamente arrojada desde una ventana por su marido, Alberto José V.G., de 62 años, quien por su parte negó los hechos, señalando en esos primeros momentos que fue ella la que se tiró al vacío, afirmando además que la víctima lo estaba "envenenando", algo con lo que según las fuentes consultadas parecía estar obsesionado. El hombre había estado internado por problemas psiquiátricos y según había comentado su mujer no tomaba la medicación. La víctima estaba con los trámites para el divorcio.

El sospechoso, que estuvo casi tres semanas ingresado en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro a raíz de sufrir un episodio psicótico, fue trasladado hoy a los juzgados para comparecer ante la titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo. A la una del mediodía todavía no había empezado a declarar.

Los testimonios recabados por los investigadores entre los vecinos de la mujer, tras ocurrir los hechos el pasado 29 de octubre, apuntan a que venía sufriendo violencia psicológica y física desde hacía tiempo. La autopsia refleja que la víctima presentaba heridas contusas en la zona de cuello y mandíbula, otras lesiones en la cara compatibles con arañazos y señales de sofocación o de que fue agarrada por el cuello.

Los primeros agentes en llegar al domicilio, en O Calvario, encontraron además allí claras evidencias de que se había producido un episodio violento. Vecinos escucharon gritos y golpes de puertas de forma previa a que la mujer cayese desde la ventana. La víctima usaba bastón y tenía problemas de artrosis.