La joven viguesa que se enfrentaba a 20 años de prisión por drogar a su hija durante varios meses de año y medio con cocaína y heroína y por intoxicar con metadona al bebé de 5 meses de una amiga que se fue a vivir con ella mientras la progenitora le preparaba un biberón, admitió ayer su responsabilidad ante la Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo.

El acuerdo de conformidad alcanzado con la Fiscalía, que aplicó las atenuantes de drogadicción y reparación del daño -abonó 585 euros-, evitó la celebración del juicio y dejó en 4 años y medio la pena de prisión para Eva R.D. por delitos contra la salud pública, lesiones al bebé de su amiga y abandono de la suya propia. Además, durante 2 años pierde la patria potestad de su hija. Su amiga Jessica V.B. para quien el fiscal solicitaba 3 años de prisión por un delito de lesiones en grado de omisión ya que se fue a vivir con Eva y le dejó a su bebé sabiendo que tenía graves problemas con las drogas, asumió también su culpa y aceptó una año de prisión y abonará a su hija 385 euros. El abogado de Jessica abogado consiguió que no perdiera los 5 años de patria potestad que solicitaba inicialmente la fiscal. En su caso el tribunal le ha concedido la suspensión de la condena a condición de que abone la indemnización y que durante un plazo de dos años no vuelva a delinquir.

El abogado de Eva -que estuvo un año y nueve meses en prisión preventiva por estos hechos- Antonio Salceda, manifestó al concluir la vista que han negociado el acuerdo alcanzado ayer al entender que la petición inicial de la Fiscalía "no tenía nada que ver con la realidad". En la ejecución de sentencia tratará de evitar que Eva vuelva a prisión y en cambio ingrese en un centro para su desintoxicación: "Lo que pretendo no es que no tenga que reparar el daño, lo que buscamos es solucionar la situación grave que tiene Eva, quien consume sustancias estupefacientes desde los 16 años".

En lo relativo a la custodia de la hija, que actualmente tiene la Xunta, el letrado ha explicado que Eva ha sido privada de la patria potestad durante dos años y, a mayores, hay un procedimiento contencioso-administrativo abierto. "Lo que queremos es que la menor esté bien, la niña está bien y ahora lo que tenemos que buscar es el bien para la madre, que pueda salir de estos problemas porque con los apenas veinte años que tiene lo que se busca es reinsertarla", resaltó al matizar que pese a los hechos ocurridos ninguna de las dos menores han tenido "ninguna secuela ni problema físico".

En el caso de Jessica su hija vive en la actualidad con su padre, que consiguió obtener su custodia. Inicialmente la Xunta tuteló a la menor pero el progenitor demostró su capacidad para cuidarla y ocuparse de su manutención, y desde entonces reside con él. Su madre. Jessica, tiene un régimen de visitas en el punto de encuentro.