Los vecinos y amigos de José Antonio Lusquiños Bustelo, la persona detenida en Soutomaior por la muerte a cuchilladas de su exnovia durante la pasada madrugada, no salían ayer de su asombro tras conocer el trágico desenlace de su relación con Concepción Reguera Peón. Desde que iniciaron su noviazgo, hace unos meses, se les veía felices juntos por Pontesampaio, donde ella regentaba el quiosco de la playa fluvial. Parecía que José Antonio, o "Coco" como le llamaban sus amigos, podía encauzar su vida, que siempre fue difícil ya que nunca tuvo un trabajo estable tras dejar los estudios al iniciar el Bachillerato.
"Nadie podía esperar esto, nunca fue una persona violenta ni conflictiva", señala un excompañero del colegio Manuel Padín Truiteiro y vecino del barrio de A Pedreira, donde "Coco" residía con sus padres, una familia humilde y querida en la zona. Sin embargo, en los últimos años José Antonio había perdido bastante el contacto con su grupo de amigos de la infancia debido a que permaneció fuera un tiempo en Bilbao, donde tuvo una hija hace seis años, y también porque siempre estaba pidiendo favores a todo el mundo. "No tenía ganas de trabajar, nunca se esforzó en buscar algo, como mucho aguantaba uno o dos meses y lo dejaba. A pesar de que no era un mal tío y todo el mundo intentamos echarle una mano en lo que podíamos, la gente estaba cansada de que siempre estuviese detrás de todo el mundo para pedir esto o aquello. Cogió fama de vago y un poco aprovechado, así que poco a poco se fue quedando un poco de lado", señala otro vecino.
Pese a todo, hace tres años todos los amigos de su pandilla de joven realizaron una colecta económica para pagarle un viaje a Bilbao para que viese a su niña. También con frecuencia le entregaban alimentos y trataban de ayudarle a salir adelante.
Cuando comenzó su noviazgo con Conchi Reguera parecía que por fin el viento soplaba a su favor. Aunque muchos dudaban de que la relación tuviese mucho futuro porque eran dos personas muy distintas, lo que nadie podía ni siquiera imaginar era el trágico final. "A muchos nos sorprendió que fuesen pareja, porque ella era una chica muy querida en su barrio y trabajadora, y él lo contrario. Lo que nunca se nos pasó por la cabeza es que pudiera acabar en esta desgracia. No sabemos qué pudo pasarle, pero si realmente le apuñaló es injustificable", lamenta uno de sus conocidos.
"Barbaridad inadmisible"
Por su parte, el alcalde de Soutomaior, Agustín Reguera, calificó los hechos de "barbaridad inadmisible" y señaló que el gobierno local estará "en primera línea" de todas las acciones en solidaridad con la víctima y sus allegados. El regidor mostró su pesar porque el presunto criminal sea vecino del municipio, aunque señaló que la familia del sospechoso "es gente trabajadora y querida en la zona que lo está pasando muy mal".
"Estamos tanto con la familia de la víctima como con los padres del presunto asesino", precisó el regidor, que se mostró partidario de actuar con "prudencia" y "respetar este momento de dolor" para ambas partes.
