Un niño de seis años que residía en la avenida de A Sardiñeira fue sometido durante al menos cuatro meses a "una situación de terror y maltrato físico constante". Su madre y su pareja sentimental lo insultaban a diario, le gritaban constantemente y se dirigían a él con expresiones como "cerdo, asqueroso o burro", según relata el fiscal en su informe sobre los hechos, en el que asegura que el procesado llegó a escupirle en la cara. El pequeño recibía "fuertes bofetadas" y, en alguna ocasión, su madre le bajó los pantalones para azotarle con un cinturón. La Fiscalía describe cómo el imputado, con frecuencia, "le tiraba con violencia del pene" y le quemaba los genitales con un mechero. "Todo ello, con pleno conocimiento de la otra acusada, que para paliar las heridas le administraba Betadine", subraya el representante del Ministerio público.

Las brutales agresiones fueron descubiertas el 28 de octubre de 2011 por una profesora del colegio del Agra do Orzán en el que estudiaba la víctima. Tras explorarlo, lo trasladó de inmediato al servicio de urgencias del Materno Infantil. El niño permaneció hospitalizado 11 días.

Tanto los servicios sociales, que se hicieron cargo del pequeño, como la Policía Nacional tuvieron constancia de los hechos ese mismo día.

No pueden acercarse al niño

Los acusados fueron detenidos y, el 30 de octubre, el Juzgado de Instrucción número 7 de A Coruña decretó su ingreso en prisión provisional sin fianza. El acusado salió de la cárcel el 12 de diciembre de 2011; y la procesada, el 17 de febrero de 2012. Ninguno de los dos puede aproximarse al niño.

La Fiscalía reclama que la madre de la víctima sea condenada a la inhabilitación para ejercer la patria potestad, a ocho años y medio de cárcel, a la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de su hijo y comunicarse con él durante 20 años y a la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante cinco años.

Para el sospechoso, el Ministerio público demanda al juez que le imponga ocho años de prisión, 16 años de alejamiento del menor y cinco años de privación del derecho a la tenencia y porte de armas. Además, reclama que ambos procesados indemnicen al pequeño con 15.000 euros por los daños psicológicos que le causaron.

El pequeño nació en noviembre de 2004 y hasta junio de 2011, cuando se mudó a vivir con su madre y su pareja, residió con una amiga de la procesada.