Un grupo de montañeros españoles se salvaron del alud que mató a siete alemanes y checos en los Alpes franceses el pasado martes porque sí hicieron caso a las advertencias del peligro de avalanchas que les había hecho el guardián del refugio por donde habían pasado.

La información la facilitó ayer el fiscal de Gap, Raphaël Balland, encargado de la investigación, que en un comunicado explicó que los españoles abandonaron la ruta prevista en el Dôme des neiges por el macizo de Ecrins tras el aviso del guarda, mientras que dos cordadas de tres alemanes y de tres checos, persistieron en su excursión pese a los consejos en contra.

A esos seis montañeros se sumaron otros dos alemanes, que también fueron arrastrados por el alud. Sólo sobrevivió una mujer alemana de 36 años, que era la pareja de uno de los fallecidos, con el que tiene un hijo en común.