Una lucha "sin descanso" hasta que se conozca qué le ocurrió a Sonia Iglesias hace cinco años. La familia de la pontevedresa desaparecida el 18 de agosto de 2010 y cientos de allegados y vecinos volvieron a renovar su compromiso con una causa que cumple su primer lustro sin apenas avances y con el varapalo de ver archivada la investigación judicial hace sólo cuatro meses.

El recuerdo, junto a la reivindicación de que se reactiven las pesquisas, centraron la manifestación que recorrió las calles del centro de la ciudad. Los familiares expresaron con la lectura de un comunicado su "rabia y, sobre todo, impotencia".

"Sentimos impotencia porque seguimos en la misma situación que hace cinco años, sin conocer lo que ocurrió ese fatídico día, y rabia porque lo único que está en las manos de la familia y que podemos hacer es seguir manifestándonos y seguir luchando para que algún día se conozcan los detalles de su desaparición", leyó emocionada Maricarmen, hermana de Sonia, en compañía de sus padres.

"Todos sabemos que las personas no desaparecen de un día para otro, sin motivo, sin explicaciones, sin dejar rastro y más si dejas atrás a un niño al que adoras y por el que darías la vida", añadió en el acto que se desarrolló en la Praza da Ferrería, donde se vivieron momentos muy emotivos recordando a Sonia antes de que comenzase el recorrido de la marcha.

Maricarmen, sin querer dar nombres pero apuntando claramente a la pareja de Sonia, a quien la familia considera culpable de la desaparición, expuso: "Siempre hay alguien detrás de las personas que desaparecen y, habitualmente, como ya ha pasado en otros casos similares, ese alguien se encuentra en su entorno más cercano", comentó en esa evidente referencia a Julio Araújo, quien dejó de estar imputado en el caso. "La Policía también sospechaba eso y no lo ha podido demostrar porque no se ha llevado el caso adelante", protestó.

Así, sus palabras adquirieron un notorio carácter reivindicativo, instando a los responsables judiciales y policiales a que hagan esfuerzos por mantener vivo el caso.