La Guardia Civil detuvo ayer a un hombre de 72 años de edad en Armilla (Granada) tras confesar a los agentes que había matado a su esposa, de 68 años, cuyo cadáver fue encontrado por los agentes en el domicilio familiar con un hachazo. El suceso ocurrió minutos antes de las siete de la mañana cuando, según fuentes del cuerpo de seguridad, el arrestado llamó por teléfono al cuartel e informó de que había matado a su mujer y que tenía intención de suicidarse, aunque fue detenido antes.

Fue el propio hombre quien abrió la puerta de su casa a los agentes, quienes encontraron un hacha en la escalera y a la mujer muerta en el dormitorio de la vivienda, con un corte en el cuello y otro en el pecho. Su cadáver fue trasladado de inmediato al Instituto de Medicina Legal de Granada donde se le practicará la autopsia para determinar las causas concretas de su fallecimiento.

Fuentes del instituto armado, que lleva la investigación del caso, señalaron que no constaban denuncias previas por posibles malos tratos o problemas con su mujer y que el supuesto agresor tampoco tenía antecedentes por hechos similares. El presunto homicida confeso, retenido en la propia Comandancia de Granada, pasará hoy a disposición judicial.